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El presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, de 75 años, sufrió una recaída en su salud que encendió las alarmas en Medio Oriente y sobre la que circularon informaciones contradictorias. Sus colaboradores sostuvieron que su vida “no corre peligro” y los medios israelíes insistían con que se encuentra en “estado crítico”. “Su condición es crítica en este momento”, declaró uno de los más cercanos colaboradores de Arafat, Hassan Abu Libdeh, director del gabinete palestino, a la cadena CNN. Luego, el ministro palestino de Telecomunicaciones, Azzam Ahmed, restó importancia a la gravedad del estado de salud de Arafat. “Sufre, pero está en estado estacionario desde hace tres días, y no es tan grave como dicen los medios de comunicación”, afirmó. La Autoridad Palestina descartó una hospitalización de Arafat en Ramala o en otra parte y acusó a Israel de difundir rumores sobre su estado de salud.
Circularon rumores de que la gravedad de la crisis habría llevado al propio Arafat a nombrar un triunvirato para gobernar la Autoridad Palestina en caso de que quede inhabilitado para hacerlo él personalmente. Sin embargo, esto luego fue desmentido por al menos tres portavoces oficiales palestinos. Nabil Abu Rudaina, portavoz de Arafat, aclaró a la prensa que “no hay ningún decreto presidencial al respecto y por el que se haya creado una comisión (interina)”. Aseguró que “la situación del líder es estable, no es crítica y los equipos médicos palestinos y tunecinos vigilan su estado y están a la espera de una nueva evaluación con equipos procedentes de Egipto y Jordania”. También el ministro de Negociaciones, Saeb Erekat, desmintió la creación del triunvirato, información que dijo “es falsa”, al igual que lo hizo el ministro de Exteriores, Nabil Shaat. Fuentes parlamentarias palestinas habían anunciado una hora antes que Arafat había nombrado un triunvirato para gobernar la ANP en caso de que quede inhabilitado para hacerlo él. El triunvirato estaría formado por el secretario general de la OLP, Mahmud Abbas (Abu Mazen), el primer ministro Ahmed Qureia (Abu Alá) y el jefe del Consejo Nacional Palestino (órgano de la OLP), Saleem Zaanún. Fuentes palestinas dijeron que Arafat firmó el decreto para el caso de que deba ausentarse o no pueda gobernar, aunque no supieron decir si seguiría en efecto en caso de fallecimiento.
El estado de salud de Arafat, quien sufre oficialmente de una fuerte gripe desde hace algunos días, se deterioró poco después de la comida de Ramadán, según responsables palestinos. Arafat “necesita más descanso como resultado de un gran desgaste físico”, dijo su asesor personal, Nabil Abu Rudaina. “La situación es estable y no peligra la vida del presidente, pero deben saber que necesita más descanso y más supervisión”, agregó Abu Rudaina a los periodistas. Fuentes de la Mukata habían informado previamente que el presidente había sufrido una recaída y que llegó incluso a perder el conocimiento durante un cierto tiempo, aunque otras fuentes desmintieron posteriormente este extremo. Abu Rudaina afirmó que varios médicos tunecinos y palestinos estaban examinando por la noche al líder palestino.
Arafat se atiende por un equipo del hospital de Ramala, entre los que se encuentra su director y tres médicos tunecinos que el pasado fin de semana le efectuaron una endoscopia y varias biopsias. Pero la hipótesis de un cáncer, que había circulado nuevamente estos días, fue rechazada en las tajantemente por el viceministro de Informaciones de la ANP, Ahmed Sobeh. Ante la confusión sobre el verdadero alcance de la crisis, un parlamentario palestino que pidió no ser identificado dijo ayer a la noche que “lo cierto es que cualquiera que diga que conoce el estado de Arafat está mintiendo, porque lo único que sabemos es que su temperatura es alta y que los médicos tratan de bajarla”.
El jefe de los servicios secretos de Egipto, Omar Suleimán, solicitó permiso a Israel para enviar a cinco médicos egipcios a primera hora de hoy a la Mukata, para atender a Arafat, según el Ministerio israelí de Defensa. Israel contestó de forma positiva a la petición, así como a otra del rey jordano, Abdala, que enviará al médico personal de Arafat. En Jerusalén, un responsable gubernamental israelí indicó que Arafat podía dirigirse “a donde quiera para ser atendido”, también al extranjero”, indicó este responsable, que requirió anonimato. Israel también aseguró que los médicos podrán entrar en la Mukata.
Por el momento, Arafat no ha autorizado su traslado al hospital de Ramala, donde ya están en alerta para una rápida intervención si fuera necesaria. Hosni Atari, médico jefe del hospital de Ramala, aseguró que no tienen por el momento ninguna información sobre el estado de salud de Arafat, pero que la sala VIP de ese centro médico está preparada con todos los equipos necesarios para cualquier eventualidad.
Según una fuente cercana a la Autoridad Palestina, el número dos de la OLP, Mahmud Abbas, y el primer ministro Ahmad Qureia visitaron al líder palestino anoche. Los dos hombres fueron vistos saliendo de la Mukata con el rostro serio y sin hacer declaraciones a la prensa. Las autoridades palestinas ayer pusieron en estado de alerta a sus fuerzas de seguridad y las instaron a ocupar sus puestos ante la contingencia de un posible cambio de gobierno en la ANP. Mientras, vecinos de Tulkarem salieron a la calle para pedir a la población que vaya a rezar por la vida de su presidente. La esposa del líder palestino, Suha Arafat, era esperada hoy en Ramala, indicó la radio israelí. Suha Arafat reside en París con la hija de ambos, Zahaua, de nueve años y a la que Arafat no ve desde hace más de tres años.