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El viernes fue un día particularmente duro en Gaza. Por un lado, se festejaron los 37 años del Frente para la Liberación de Palestina, organización que figura hace largos años en la lista negra de Washington, con una manifestación donde hasta las mujeres vaciaron sus armas al aire. Por otro lado, el ejército israelí se desplegó alrededor del campo de refugiados de Jan Yunis, al sur, después que militantes de Hamas atacaran con morteros el asentamiento israelí de Neve Dekelim hiriendo gravemente a un chico de 8 años y a un joven de 18, y levemente a dos adultos. En el tiroteo que siguió al ataque murió Rania Siam, una nena palestina de seis años que comía en su casa.