EL MUNDO › TENSION POR EL DIA DEL TRABAJADOR EN VENEZUELA
Espectros del golpe de Estado
Como en la intentona golpista del 11 de abril, mañana habrá en Caracas dos marchas, a favor y en contra del presidente Chávez.
Mañana, dos marchas antagónicas surcarán Caracas por primera vez después de la intentona golpista que empezó, precisamente, con un enfrentamiento entre manifestaciones opuestas. Chavistas y antichavistas tienen delimitados recorridos diferentes para celebrar el 1º de Mayo y un gigantesco operativo policial impedirá cualquier tipo de acercamientos. Sin embargo, el clima opositor no está del todo calmo: le reclaman a Chávez cambios profundos y critican la designación de Vicente Rangel como vicepresidente por considerarlo apenas un enroque de cargos.
Unos 1200 efectivos de la Policía Metropolitana (PM) custodiarán las dos marchas programadas para mañana. El jefe de operaciones de la PM, Emiglio Delgado, agregó que otros 800 efectivos se mantendrán alertas “en reserva y en sitios estratégicos”. Y, considerando los sucesos de las marchas del 11 de abril pasado, se ha previsto “limpiar” la zona de objetos contundentes, resguardar los edificios para que no sean tomados por francotiradores y, además, se tiene un plan de emergencia: el despliegue de una barrera de cierre del paso. “Si alguna de las marchas cambia de rumbo, la vamos a rodear y la vamos a cerrar”, puntualizó Delgado. También la militarizada Guardia Nacional estará preparada por si la previsión policial se desborda.
La oficialista Fuerza Bolivariana de Trabajadores (FBT) se concentrará en el centro de espectáculo Poliedro de Caracas, al sudeste, e iniciará un maratónico recorrido pasando por el Fuerte Tiuna, sede del Ministerio de Defensa, y se dirigirá hacia el puente Llaguno (a una cuadra del presidencial Palacio de Miraflores), donde fueron asesinadas varias de las 17 víctimas del 11 de abril. La marcha opositora, en cambio, hará un desplazamiento bastante más corto: desde la sede de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) en el centro de Caracas hasta la esquina San Francisco de la Asamblea Nacional. En un momento, ambas movilizaciones estarán a dos cuadras de distancia entre sí.
La oposición mostró ayer sus reparos con la política de diálogo impulsada por Chávez. “Estamos muy insatisfechos con los anuncios del presidente, se traducen en palabras y no en hechos concretos que vayan a beneficiar el clima de paz político que es necesario en esta crisis tan grave”, lanzó el diputado opositor Edgar Zambrano, de Acción Democrática (AD). Y agregó que el cambio de Rangel es “una burla más a los venezolanos; está haciendo movimientos de un ministerio a otro ministerio, de piezas, pero dentro del mismo roster (equipo en béisbol)”. El secretario general del Movimiento al Socialismo (MAS), Leopoldo Puchi, el primero en ejercer el Ministerio de Trabajo en el gobierno de Chávez, también criticó la designación de Rangel: “Rangel, Diosdado Cabello (el hasta ahora vicepresidente) y (el ministro del Interior y Justicia) Rodríguez Chacín deberían estar excluidos del gabinete para concretar una verdadera reorientación de políticas”, advirtió.
Por su parte, Fedecámaras, la organización patronal emblemática de la oposición, se mostró ayer arrepentida. “Moral y éticamente, aquellos que participaron y que son responsables de los hechos del 11 de abril, deben asumir su responsabilidad y poner sus cargos a la orden de la base gremial”, declaró el dirigente Alberto Cudemus, en referencia al ex titular de la organización y presidente por un día, Pedro Carmona.