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Los ministros europeos dejarán de lado hoy sus reservas privadas y las protestas de los activistas para dar su reacia bendición a Paul Wolfowitz, el neoconservador estadounidense que probablemente se convertirá en el presidente del Banco Mundial esta semana. Wolfowitz se reunirá con los ministros de Desarrollo y Finanzas de la Unión Europea (UE) por dos horas en Bruselas, hoy por la mañana, donde se enfrentará a cuestionamientos corteses y presiones discretas para instalar a un número dos europeo. Pero los funcionarios de la UE, que privadamente se horrorizaron cuando Bush nominó a su aliado halcón para el puesto, han abandonado todo esfuerzo por bloquear la designación.
Como subsecretario de Defensa de Estados Unidos, Wolfowitz es mejor conocido como el arquitecto de la invasión norteamericana a Irak. Por tradición, Estados Unidos nomina a alguien para el puesto más importante del Banco Mundial, mientras que Europa elige a alguien para el Fondo Monetario Internacional. Aunque los países europeos controlan el 30 por ciento de los votos del Consejo, lo suficiente como para bloquear la candidatura, cualquier posibilidad de que eso ocurra se evaporó la semana pasada, cuando Gran Bretaña, Italia, los Países Bajos y Alemania dejaron en claro que no se opondrían a la candidatura.
Como presidente del Banco Central, Wolfowitz tendría total discreción sobre la elección de los directores del Banco. El presidente saliente, James Wolfensohn, ahora tiene solamente un director, Shengman Zhang, de China, pero durante los 10 últimos años ha habido en ocasiones hasta cinco directores. Grupos de presión culparon ayer a los gobiernos europeos por no abandonar el sistema de designación el año pasado, cuando el puesto en el FMI quedó vacante. “Tuvieron la oportunidad de deshacerse de esta charada”, dijo Peter Hardstaff, el director de políticas del Movimiento de Desarrollo Mundial, quien en el pasado ha sugerido que Wolfowitz podría “llegar y favorecer a sus amigos de la Casa Blanca”.

* De The Independent de Gran Bretaña especial para Página/12.
Traducción: X.F.