EL MUNDO
La piedra sunnita en el zapato de W2
La Asamblea Nacional iraquí debió postergar la sesión para elegir presidente. Los diputados sunnitas no acordaban el candidato.
Fue un nuevo fracaso para la “democracia” marca W2 en Irak. La Asamblea Nacional iraquí volvió ayer a aplazar la sesión en la que debía nombrar a su presidente y dos vicepresidentes de la cámara “para dar tiempo a los sunnitas” a que consensúen el nombre de un presidente. Dari Al Fayat, que por ser el diputado más anciano ostenta actualmente el puesto de presidente de la cámara, dijo que los cuatro principales grupos de la Asamblea –que suman 260 de los 275 escaños– acordaron posponer la sesión hasta el domingo.
El objetivo –dijo al Fayat– “es permitir a nuestros hermanos su- nnitas que presenten el nombre de un candidato” para la presidencia de la cámara, con lo que reconoció que todas las partes han acordado dar a los sunnitas este cargo. La sesión parlamentaria, que fue la segunda desde las elecciones del 30 de enero, comenzó con dos horas y media de retraso mientras los grupos negociaban entre bambalinas, y durante las negociaciones dos artefactos, probablemente proyectiles de mortero, explotaron en las inmediaciones, dentro de la archiprotegida “Zona Verde”.
La decisión de dar la presidencia del Parlamento a la minoría sunnita –mientras que la presidencia del país sería para un kurdo y la jefatura del gobierno para un chiíta– es una especie de copia del modelo sectario libanés y se ha tomado pese a que los sunnitas boicotearon mayoritariamente las elecciones.
En el Parlamento hay en total 17 diputados sunnitas, pero la mayor parte fue elegida en listas de mayoría chiíta, kurda o laica, a excepción de los cinco diputados de la lista “Los Iraquíes” del presidente saliente Ghazi al Yauar. Este, que aspiraba a repetir como presidente del país o al menos a una de las dos vicepresidencias, recibió presiones en los últimos días para que acepte dirigir el Parlamento, pero un portavoz de su partido, Hayem al Hasni, anunció que rechazó la oferta.
Algunos diputados pesimistas declararon que hay otros temas pendientes de acuerdo que pueden ser tanto o más difíciles que la presidencia de la cámara. Muafeq al Rabie, consejero de Seguridad Nacional y diputado de la mayoritaria Alianza Iraquí Unida (AIU, chiíta confesional), dijo a la cadena de televisión Al Iraqiya que la AIU y la “lista kurda” siguen sin ponerse de acuerdo sobre si serán necesarios “uno, dos o tres puestos de viceprimer ministro”, así como sobre quién debe controlar el vital ministerio del Petróleo.
Otro miembro de la AIU, Sami al Askari, sin entrar en detalles, reconoció que “existen obstáculos verdaderos que pueden hacer fracasar las negociaciones con los kurdos, y eso pese a las varias semanas de discusiones”. La AIU tiene 140 escaños, tras ella viene la “lista kurda” con 75, el primer ministro saliente Iyad Alaui tiene 40, “Los Iraquíes” de Ghazi Al Yauar cuentan con cinco y los restantes quince escaños se los reparten varios grupos minoritarios.
Una vez constituido el Parlamento con sus órganos de gobierno, los diputados deberán elegir un presidente y dos vicepresidentes con el apoyo de al menos dos tercios de los diputados. Luego el triunvirato presidencial deberá consensuar el nombre de un primer ministro, que a su vez formará gobierno. El kurdo Yalal Talabani suena desde hace más de un mes como el candidato de consenso ente la AIU y la “lista kurda” para la presidencia, mientras que el chiíta Ibrahim Yafari será el probable primer ministro, siempre que se logre desbloquear la situación actual.