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Hamas ha montado un desesperado ejercicio de limitación de daños en Gaza después de que una de sus unidades matara a tiros a una palestina de 20 años de edad por “conducta inmoral” mientras disfrutaba de un día al aire libre con su futuro esposo. Horrorizados residentes de Beit Lahia, cercana a Ciudad de Gaza, han demandado –hasta ahora en vano– que la facción islámica armada entregue a tres de sus pistoleros aún en libertad a la Autoridad Palestina después de lo que la familia de la víctima cree que fue una muestra trágicamente injustificada de los llamados “crímenes de honor”.
Tiradores enmascarados de Hamas mataron de Yusra Azzami en una lluvia de balazos cuando estaba sentada en el asiento delantero de pasajeros del Mitsubishi de su novio después de que lo forzaran a detenerse tras un día de campo, y luego procedieron a golpear a su novio, Ziad Zaranda, y a su hermano, Rami, antes de huir en el auto de las víctimas. Magdelen, la aterrorizada hermana de Nusra, quien también estaba comprometida con Rami, logró escapar antes de ser golpeada por los hombres armados. Dos altos funcionarios de Hamas, que admitieron que miembros de la facción mataron a la mujer, fueron echados por miembros de la acongojada familia esta semana cuando la visitaron para presentar sus condolencias. Las dos hermanas y hermanos iban a casarse este viernes en una ceremonia conjunta.
El asesinato proyecta un potente foco en la crónica debilidad de la ley y el orden en Gaza, que de acuerdo con muchos residentes locales se está agravando. Pero también puede tener un serio efecto adverso en una serie de elecciones municipales en Gaza el mes que viene, incluyendo a Beit Lahia misma. El portavoz de Hamas dijo ayer que el asesinato fue llevado a cabo porque había una –equivocada– “sospecha de conducta inmoral” por parte de las parejas. Pero ayer no era claro si había también algún elemento de rivalidad entre facciones desde que Yusra misma era una integrante de Hamas en la Universidad Islámica mientras que su novio estaba en Fatah. Otras facciones se apresuraron a condenar el crimen y miembros de Hamas y Fatah intercambiaron disparos en el funeral de la víctima el sábado pasado. Hamas causó indignación entre algunos de los residentes locales al calificarla con una de sus “mártires”.
La facción, que lucha para poner en vigor los códigos islámicos más estrictos en relación con el consumo de alcohol y el contacto prematrimonial, ha distribuido volantes en la localidad afirmando que el asesinato fue un error, prometiendo castigar a los culpables y asegurando que sus miembros se regirán por “la ley de Dios”. Las dos parejas habían intercambiado certificados de matrimonio después de su fiesta de compromiso. Aunque aún no estaban conviviendo –de acuerdo con las costumbres palestinas–, estaban casadas de acuerdo con la interpretación más estricta de la ley islámica. Volantes impresos por furiosos residentes locales mencionaron a tres integrantes de la banda de cinco –dos de los cuales fueron arrestados mientras trataban de escapar– como miembros de la familia Daghmesh, una de las más poderosas en Gaza, y demandaron que fueran entregados para ser procesados y castigados.
Las familias de ambas parejas dijeron ayer que habían pasado la tarde de compras para conseguir los vestidos de novia de las mujeres y que luego habían comprado shwarma (sandwiches de carne). Como hacía calor, las parejas fueron a la playa y comieron sus sandwiches frente al mar. Rami entonces decidió retirar algo de efectivo de su cajero automático en la ciudad antes de dirigirse a casa en su Mitsubishi a eso de las 9 de la noche. Entonces se dieron cuenta de que estaban siendo seguidos por dos autos, antes de que uno de ellos, un Subaru, los sobrepasara y los forzara a detenerse. Ziad Zaranda, de 23 años, declaró: “Salieron cinco hombres y empezaron a disparar sus armas contra nosotros. Nos dispararon unas nuevebalas. Dos se metieron por la ventanilla y uno de ellos golpeó a Yusra en la cabeza”.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.