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Como respuesta a la incertidumbre política que sufre Ecuador desde la caída del ex presidente Lucio Gutiérrez, el vicepresidente del gobierno provisional, Alejandro Serrano, fijó ayer una consulta popular para el 11 de diciembre. Serrano explicó que durante el próximo mes y medio los ecuatorianos podrán organizarse en asambleas para presentar sus propuestas, que luego serán validadas y discutidas en un proceso que se extenderá hasta el 15 de octubre próximo, en el marco del llamado sistema de concertación nacional. Ya se sintieron voces que descreen o no están conformes con esta iniciativa.
“Esto no es lo que pide el mandato forajido, lo que queremos es que de una vez se plantee una consulta en la que se pregunte al pueblo si quiere una Constituyente, un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y una revisión del acuerdo que dio origen a la base antidrogas de Manta”, afirmó María Alvear, portavoz del Comité por la Refundación de la República. A esta crítica se suma la del diputado Julio González, coordinador del movimiento indígena Pachakutik: “Falta ver hasta dónde avanza este gobierno, pero no creo que llegue más allá de la convocatoria a una consulta teniendo en cuenta que el próximo año es electoral y que no hay voluntad para una Constituyente”.