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“Todos venimos al mundo para ser honestos, para ser éticos, para ser dignos. Si alguien erró en eso, tendrá que pagar, independientemente de quién sea”, afirmó Inácio Lula da Silva en su programa dominical Café con el Presidente. Mientras tanto, el presidente de la Cámara de Diputados, Severino Cavalcanti, informó ayer que ha puesto en marcha los procesos de destitución de cuatro legisladores implicados en los casos de sobornos que escandalizan al país hace varios meses. Además, frenó ayer el intento de abrir un desafuero el ex hombre fuerte del presidente José Dirceu.
Por primera vez, Lula habló sobre la crisis política que azota al país en su programa. Aseguró que “no es posible apurar el ritmo” de las investigaciones y llamó a que la crisis “no paralice” el accionar del gobierno. También aprovechó para responderle a la oposición que lo ataca por continuar viajando a pesar del crítico momento que atraviesa el país: “Dios del cielo, ¿ahora que estoy viajando para inaugurar cosas eso les parece mal? Voy a seguir viajando, voy a viajar mucho en adelante. Voy a inaugurar las obras que nosotros empezamos, sean carreteras, puentes, viaductos, hidroeléctricas, líneas de transmisión, fábricas nuevas”. Y agregó: “Hemos hecho sacrificios en 2003, hemos plantado en 2004 y ahora tenemos que cosechar en 2005. Sé que de vez en cuando eso pone nerviosos a algunos de mis adversarios, que dicen que estoy haciendo campaña”.
Los diputados que comenzarán a ser juzgados en las próximas semanas por el Consejo de Etica de la Cámara baja son Sandro Matos, Neuto Lima, Joaquim Francisco y Alex Canziani, todos miembros del Partido Laborista Brasileño (PTB), correligionarios del diputado que dio el puntapié inicial a la crisis, Roberto Jefferson. Cavalcanti, el presidente de la Cámara, que recibió el pedido de desafuero de Dirceu, ex jefe de Gabinete, afirmó que esa solicitud no será elevada al Consejo de Etica de la Cámara baja. Según fuentes de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI), dedicada a investigar las denuncias de sobornos pagados por el partido gubernamental a su base legislativa aliada, en las próximas semanas deberán ser presentados los pedidos de destitución de otros parlamentarios, que podrían alcanzar a un total de veinte. Las denuncias de Jefferson ya han causado renuncias, como la del diputado y presidente del PL, Valdemar Costa Neto.
Hasta el momento, Jefferson había terminado cada denuncia con un: “Lula es inocente”. Sin embargo, el “hombre-bomba” –uno de los principales defensores en 1992 del ex mandatario Fernando Collor de Mello, que renunció cuando el Congreso estaba a punto de destituirlo– por primera vez especuló que “si las pistas son investigadas en profundidad, pueden llegar hasta el presidente”.