EL MUNDO
Demasiado daño colateral
Tres ataques aéreos estadounidenses contra supuestos refugios de Al Qaida en la región de la frontera de Irak con Siria dejaron al menos 56 muertos. Aunque el objetivo eran “50 terroristas del grupo del jordano Abu Musab al Zarqawi”, fuentes de los hospitales locales aseguraron que gran parte de los cuerpos eran de niños, mujeres y ancianos (foto de una niña que resultó herida), el viejo y conocido “daño colateral” que tanto pregona el Pentágono. Esta ofensiva militar se produjo dos días después de que fuera aprobado el borrador de la nueva Constitución iraquí y a la que se oponen los sunnitas, que ya anunciaron que están dispuestos a movilizar todas sus fuerzas para que no llegue a probarse en el referéndum del 15 de octubre. Los ataques, que ocurrieron durante la mañana de ayer, estuvieron dirigidos contra posiciones del grupo encabezado por Abu Islam, considerado el jefe de Al Qaida en la región. “Hubo un total de tres ataques contra las guaridas de los terroristas. Se cree que Abu Islam y varios de sus lugartenientes murieron”, aseguró un vocero militar norteamericano en Bagdad, aunque todavía Al Qaida no lo ha confirmado. Las fuerzas estadounidenses utilizaron bombas teledirigidas en una zona ubicada a 450 kilómetros al oeste de Bagdad. Según una fuente iraquí, “cuatro casas fueron totalmente destruidas en esos ataques masivos”, destacando que sólo en una de las casas murieron 16 personas.