EL MUNDO › COMO ES LA REPUBLICA DE KABARDINO-BALKARIA ATACADA
Del stalinismo al extremismo islámico
Por Rodrigo Fernández *
Desde Moscú
Kabardino-Balkaria es una pequeña república norcaucásica, de 12.500 kilómetros cuadrados, habitada por poco más de 900 mil personas, la mayoría de las cuales (el 55,3 por ciento) son kabardinos, pueblo emparentado con los abjazos y adigueos. Nálchik, la capital, concentra un tercio de la población. Los balkaros, el otro pueblo que da nombre a la república, fueron declarados traidores por Josef Stalin y acusados de haber cooperado con los invasores nazis. Como castigo, al igual que otros pueblos caucásicos entre los que figuran los chechenos e ingushes, fueron deportados a Asia Central en marzo de 1944.
La pequeña república es famosa porque en ella se encuentra el Elbrús, la montaña más alta de Europa: 5642 metros, es decir, 835 más alto que el Mont Blanc. Además era apreciada por sus campos de esquí alpino y sus balnearios de aguas minerales. Pero últimamente ha adquirido una fama que no está relacionada con las bondades naturales de esa región. En los últimos años, Kabardino-Balkaria se ha convertido en centro del wahabismo, corriente extremista del Islam a la que pertenecen los líderes guerrilleros de Chechenia. Las autoridades sostienen que los wahabíes –cuya organización más importante es la Jamaat Yarmuk (ver recuadro)– desean derrocar al actual régimen y crear un nuevo califato en todo el Cáucaso del Norte, similar al que Al Qaida busca en Oriente Medio.
El mayor éxito de las fuerzas del orden contra los extremistas wahabíes en Kabardino-Balkaria lo obtuvieron hace dos años, cuando desmantelaron una célula extremista en la ciudad de Baksán. Entre los detenidos figuraban Temirkan Shoguenov –que había enviado a Moscú a las mujeres suicidas que se inmolaron en el aeródromo de Tushino y en la céntrica calle Tverskaya– y Magomed Kodzoyev, considerado el imán supremo de la limítrofe Ingushetia y de Kabardino-Balkaria. El mayor fracaso fue no haber podido capturar al líder de la guerrilla chechena, Shamil Basayev, cuando éste estuvo en Baksán. A pesar de la gran operación lanzada para acabar con él, Basayev logró huir.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.