EL MUNDO › BRASIL.
El anónimo apuñalador
La crisis desatada por la corrupción fue “una puñalada en la espalda”, según declaró ayer el presidente Luiz Inácio da Silva (foto) en una entrevista con la cadena televisiva O’Globo que será difundida íntegramente la noche del domingo. Ante la pregunta de quién dentro del Partido de los Trabajadores (PT) lo había traicionado, el mandatario aseguró que “no importa quién fue”, aunque se cuidó de dejar en claro que no se trataba de su ex jefe de gabinete José Dirceu. “Hasta el momento no aparecieron pruebas contra Dirceu”, volvió a recordar Lula. A pesar de su apoyo, Dirceu quedó en el epicentro de la tormenta de denuncias de corrupción que no sólo arrasó con él, sino también con la cúpula de aquel momento del PT y con algunos diputados, petistas y aliados. En la parte de la entrevista que O’Globo adelantó ayer, Lula sólo se limitó a aclarar que serán los informes finales de las Comisiones Parlamentarias de Investigación (CPI) los que “van a demostrar si el ministro cometió o no algún error”. Sin embargo, Dirceu, después de la vorágine de la crisis, tuvo que renunciar a su cargo en el gabinete y fue destituido de su banca de diputado.