Militares brasileños encontraron ayer a la mañana al comandante del operativo internacional de paz en Haití en la terraza de su habitación en un hotel de Puerto Príncipe. El general Urano Teixeira de Matta Barcellar, de 57 años, estaba sentado en una silla, al aire libre, con la cabeza reclinada sobre su pecho. Había muerto de un balazo y el primer análisis de la situación indicaba que se suicidó.

El general brasileño se había hecho cargo del operativo Minustah el 31 de agosto en reemplazo del también general brasileño Augusto Heleno Ribeiro. La Minustah es la Fuerza de Estabilización de la ONU en Haití, cuyo despliegue comenzó en junio de 2004 y tiene 7500 soldados y 1987 policías, la mayor parte latinoamericanos. Brasil ejerce el mando porque con 1200 hombres tiene el principal contingente de uniformados. La principal misión de la Fuerza es “facilitar la continuación del proceso político pacífico y constitucional y mantener condiciones de seguridad y estabilidad”, según los términos del mandato de la ONU estipulados en la resolución 1.542. Los latinoamericanos reemplazaron a una fuerza multinacional de 3600 soldados, en su mayoría franceses y norteamericanos.

El aparente suicidio de Teixeira no pudo ser explicado por las autoridades de la ONU locales, que investigan qué sucedió en la habitación del Hotel Montana con efectivos policiales de la propia fuerza multinacional. El cuerpo del general fue llevado al hospital de la ONU en la capital haitiana, operado por efectivos argentinos, y se espera que sea repatriado hoy en un avión militar brasileño.

La muerte de Teixeira ocurrió mientras el comando brasileño de la Minustah llevaba a cabo una operación militar en Cite Militaire, uno de los barrios de Puerto Príncipe más conflictivos, junto con Cite Soleil, en los que se encuentran atrincherados los chimeres, grupo armado que apoya al ex presidente Jean Bertrand Aristide, exiliado en Sudáfrica. En este momento, la comunidad internacional presiona al gobierno de Haití para que fije una fecha definitiva para las elecciones presidenciales y legislativas, que estaban previstas para hoy y aplazadas indefinidamente.

La agencia oficial de noticias brasileña difundió una declaración del segundo de Teixeira, el coronel Fernando Cunha Mattos, que dijo que pensaba que la muerte de su general se debió a “un accidente con arma de fuego.” El Ejército brasileño emitió un comunicado en el que “lamenta profundamente el fallecimiento del general” y afirma que acompaña la investigación pericial de los cascos azules.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva lamentó la muerte del general y confirmó el compromiso de Brasil “de continuar apoyando al pueblo haitiano”. En una nota oficial, Lula expresó “su profundo pesar por el fallecimiento” del general del que elogió su gestión que “venía conduciendo con excelencia y gran responsabilidad” y afirmó “su plena confianza en el trabajo desarrollado por las tropas brasileñas en Haití”.

El general chileno Eduardo Aldunate Herman asumió el mando interino de las fuerzas de paz en Haití. Tras el anuncio del Ministerio de Defensa chileno, el gobierno del presidente Ricardo Lagos lamentó el deceso e hizo llegar sus condolencias al gobierno de Brasil.

En la fuerza de paz en Haití participan militares de Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Croacia, Ecuador, España, EE.UU., Francia, Guatemala, Jordania, Malasia, Marruecos, Nepal, Paraguay, Perú, Filipinas, Sri Lanka y Uruguay.

Los policías proceden de Argentina, Benin, Bosnia-Herzegovina, Brasil, Burkina Faso, Camerún, Canadá, Chile, China, Egipto, El Salvador, España, EE.UU., Francia, Ghana, Guinea, Jordania, Mali, Mauricio, Nepal, Níger, Nigeria, Pakistán, Filipinas, Rumania, Senegal, Sierra Leona, Sri Lanka, Chad, Togo, Turquía, Uruguay, Yemen y Zambia.