Por Eric Silver *
Desde Jerusalén
Israel entregó ayer los 53 millones de dólares en concepto de impuestos e ingresos por aduana que había recaudado –y congelado– a favor de la Autoridad Palestina, aunque insistió en que los futuros pagos mensuales dependerán del tipo de gobierno que emerja luego de la sorpresiva victoria de Hamas en la elección parlamentaria. Mark Regev, un vocero del ministerio del Exterior, dijo: “No habrá más transferencias automáticas. Estamos vigilando de cerca qué tipo de gobierno se formará allí. No transferiremos dinero para que vuelva a nosotros en forma de ataques suicidas”. Ze’ev Boim, el ministro del Interior, agregó: “Con Hamas en el poder, no se transferirá ni un shekel a ellos.”
Israel, al igual que la mayoría de los donantes, aseguró que no cooperará con un gobierno liderado por Hamas, excepto que el movimiento islámico renuncie a la violencia y reconozca a Israel. La recaudación de enero fue liberada después de que el Banco Mundial advirtiera que la economía palestina estaba al borde del colapso. Israel explicó que podía transferir los impuestos porque todavía se mantenía el antiguo régimen. Los donantes internacionales hace tiempo que se quejan de la corrupción y la falta de transparencia de la forma en que era manejada la economía bajo el liderazgo del partido de Yasser Arafat, Al Fatah. Ahmed al-Meghani, el Procurador General palestino, acusó ayer a altos funcionarios de robar miles de millones de dólares de los fondos públicos.
Al-Meghani anunció que hasta el momento ordenó 25 arrestos y las órdenes de captura internacional para otros diez sospechosos que se han fugado del país. Se negó a identificarlos mientras continúe su investigación, pero dijo que las corporaciones palestinas del petróleo, tabaco y los medios de comunicación estaban entre las investigadas. También está intentando descubrir qué pasó con los seis millones de dólares invertidos en un proyecto conjunto para una bomba de agua de los gobiernos italiano y palestino. La compañía, aseguró, nunca se creó.
El gesto israelí de ayer fue pensado para fortalecer el liderazgo de Mahmoud Abbas, el presidente palestino, en sus negociaciones con Hamas, cuyos líderes preferirían gobernar como el socio mayoritario en una eventual coalición con el derrotado Fatah. Al menos dos palestinos miembros del grupo armado Jihad Islámica murieron ayer en un ataque con misiles de la aviación israelí en Gaza, en respuesta a los misiles Qassam disparados anteayer por palestinos.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Laura Carpineta.