EL MUNDO › LA REUNION DEL G7 EN CANADA
Poca antiglobalización
Los manifestantes antiglobalización nunca faltan a las citas como la de ayer en Halifax (Canadá), reunión del Grupo de los Siete (G7, naciones más industrializadas) y, aunque en número modesto, amenazaron con perturbar a los ministros de Economía. Entre 300 y 400 manifestantes desfilaron por las calles del centro de Halifax en la noche del viernes al sábado mientras los ministros de las naciones más ricas del mundo cenaban a escasos metros para discutir la resolución y prevención de crisis mundiales. Provistos de silbatos y cacerolas en una manifestación “a la argentina”, como proclamaron las convocatorias del denominado Comité de Bienvenida del G7, a los manifestantes les daba lo mismo estar a 100 metros del lugar de reuniones o a varios kilómetros. “Halifax no es conocido a nivel mundial como un sitio de manifestaciones”, reconocieron, y no parece que vaya a ser ése su futuro como sucedió en los casos de lugares como Seattle o Génova, cuyos nombres quedaron en las historia de los movimientos globalifóbicos. Aunque ánimos sobraban.