Fidel Castro les dio un regalo a millones de cubanos preocupados en el día de su cumpleaños número 80. La isla se despertó con una noticia que muchos estuvieron esperando desde que el dirigente delegó sus funciones a su hermano menor, Raúl. El diario Juventud Rebelde mostraba en su tapa cuatro fotos de Fidel en su habitación, recuperándose. En las imágenes se lo ve sentado, hablando por teléfono y leyendo la edición del sábado del matutino oficial Granma, con un equipo deportivo con los colores de la bandera cubana. En las calles, la gente corría a comprar las últimas ediciones del diario, que para la tarde ya estaba totalmente agotado. Como si no hubiese sido sorpresa suficiente, otra imagen harto esperada en la isla se hizo realidad ayer. Raúl Castro apareció en público, después de casi dos semanas de silencio total, para recibir al principal aliado de La Habana en la región, el presidente Hugo Chávez.

Las fotos del veterano líder cubano venían acompañadas de un mensaje escrito y firmado por el propio Fidel. En la pequeña carta, dedicada a los “queridos compatriotas y amigos de Cuba y del resto del mundo”, el líder de la revolución comunista asegura que se está recuperando, aunque no descarta una futura recaída. “Decir que la estabilidad objetiva ha mejorado considerablemente no es inventar una mentira. Afirmar que el período de recuperación durará poco y que no existe ya riesgo alguno, sería absolutamente incorrecto. Les sugiero a todos ser optimistas, y a la vez estar siempre listos para enfrentar cualquier noticia adversa”, afirmó el dirigente que ayer cumplió 80 años. Y después reafirma lo que los dirigentes cubanos vienen repitiendo desde el traspaso de mando, el 31 de julio pasado: “El país marcha y seguirá marchando perfectamente bien”.

Este mensaje estaba acompañado por una segunda carta dirigida a los cinco cubanos que desde hace ocho años están cumpliendo una condena en Estados Unidos que los acusa de espías. El jueves pasado, un nuevo fallo de la Justicia estadounidense determinó que los isleños no tendrán la posibilidad de un nuevo juicio, como había dictaminado un tribunal el año pasado, luego de determinar que el primer juicio había estado teñido por la influencia, política y económica, de la comunidad cubana anticastrista en Miami.

En las calles de La Habana de lo único que se hablaba ayer era de las nuevas fotos de Fidel. Todas las esquinas de la capital estaban colmadas con personas que se reunían para compartir sus impresiones. “Yo lo veo de lo mejor, muy bien. Hemos tratado de conseguir más periódicos, pero no alcanzan, se acabaron. Todos queremos saber qué dice él”, le dijo Dionisia Domínguez, de 64 años, a la agencia de noticias francesa AFP, mientras se detiene a mostrar un ejemplar del diario Juventud Rebelde que consiguió con dificultad en una plaza de La Habana.

Como un avispero se juntan otros en la conversación en torno del diario, todos quieren dar su opinión. “Lo veo en la mirada, impresionante, está bien de ánimo”, opina Miguel Domínguez, de 44 años, hijo de Dionisia. Y su madre agrega: “Hay algunos que están diciendo que no lo ven muy bien, que lo ven deteriorado, pero, coño, es una operación delicada, y está perfectamente, de maravilla, como si nada”. Y en ese momento se cuela otro hombre en la espontánea reunión en una esquina de la Plaza San Francisco, en el casco histórico de la ciudad. “Nadie está vendiendo en las calles. Todo el mundo quiere ver cómo está el comandante”, explicó Eduardo García, de 73 años.

La difusión de las fotos dio un nuevo impulso a los festejos que estaban programados para ayer en la isla. A pesar de que las celebraciones oficiales por el 80º cumpleaños de Fidel habían sido pospuestas para diciembre por el propio dirigente cuando aprobó el traspaso de mando, algunas organizaciones sociales y sindicales realizaron algunos actos y movilizaciones en honor al veterano líder cubano.

Más de cien mil personas se volcaron ayer a los cañaverales del país para limpiarlos y sembrar la caña, en un inédito homenaje a Fidel. La idea fue realizar una jornada completa de “trabajo voluntario”. Las brigadas urbanas se ocuparon de trabajos sociales en los barrios, por ejemplo, dela higienización para prevenir nuevos casos de dengue. Además, varios artistas aprovecharon para inaugurar algunas muestras sobre la vida de Fidel, en La Habana y en algunos pequeños pueblos del interior.

Pero los festejos habían comenzado durante la noche del sábado. Cerca de tres mil jóvenes se reunieron en la Tribuna Antiimperialista, construida frente a la misión diplomática de Washington en La Habana, para participar de un megaconcierto con más de 80 artistas, entre ellos la diva de Buena Vista Social Club, Omara Portuondo. Todas las canciones estuvieron dedicadas a Fidel y a la medianoche interrumpieron las actuaciones para cantarle el feliz cumpleaños.

Mientras en Cuba el apoyo al veterano líder se hizo sentir, en el mundo los mensajes de solidaridad siguen creciendo. La solicitada firmada en principio por 400 intelectuales de todo el mundo ya cuenta con casi diez mil adherentes. En la carta, reconocidas figuras del mundo académico, artístico y periodístico le demandaron a Estados Unidos que reconozca la soberanía de la pequeña isla caribeña y que no interfiera aprovechando la inédita coyuntura que actualmente vive.

Después de casi dos semanas de incertidumbre, los cubanos –y el mundo– pudieron despejar las dudas y los rumores que circularon incesantemente sobre la salud de Fidel. Ayer la que festejó en las calles no fue la pequeña Habana, sino la grande.