[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Los resultados finales de las elecciones del domingo 30 de junio en Bolivia recién se darán a conocer mañana, pero hoy se reanuda el recuento en un final cabeza a cabeza. Falta escrutar apenas el 0,8 por ciento de los votos, son nada más que 342.000, pero son apenas 1848 los que separan al líder cocalero Evo Morales del izquierdista Movimiento al Socialismo, del populista Manfred Reyes Villa, de Nueva Fuerza Republicana (NFR) y seguro ganador de los comicios, según los sondeos previos a las elecciones. En la cumbre, con el 22,45 por ciento de los votos, el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), espera a alguno de los dos que disputará con él, en el Parlamento y contando banca por banca, la presidencia de Bolivia.
Y aunque Sánchez de Lozada ya esté en la recta final para ser presidente, la sorpresa sigue siendo Evo Morales, porque aunque salga segundo o tercero, habrá quedado a menos de un dos por ciento del primero: o sea, casi un triple empate. Las encuestas previas le daban cerca del 14 por ciento de los votos, disputando, pero en desventaja, el tercer puesto con Jaime Paz Zamora, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Y ahora está obteniendo casi el 21 por ciento. Quizá no se trate de un error de los sondeos, ya que éstos vaticinaban un 17 por ciento para Sánchez de Lozada reconociendo que estaba en franco ascenso, y cerca del 16 por ciento para Paz Zamora cuando obtuvo 17,84 por ciento. La distancia se hace grande, sin ser enorme, al considerar la posición de Reyes Villa (24 por ciento en los sondeos, casi 21 por ciento en las elecciones). Puede tratarse de un error en el muestreo, puede ser que los votantes de Morales no hayan estado contemplados en las encuestas, pero sin dudas hay alguien que incidió fuertemente: Manuel Rocha, embajador norteamericano en Bolivia, quien dijo, cuatro días antes de los comicios y ya sin posibilidad de seguir haciendo encuestas, que si ganaba Morales se cortaba la ayuda norteamericana para Bolivia.
La situación de Reyes Villa de cara al conteo de hoy y mañana es muy complicada. Los poco más de 34.000 votos que faltan escrutar provienen de zonas pobres y alejadas en los departamentos de Beni y Potosí, desde donde las urnas están llegando con mucha dificultad por los temporales de los últimos días. Y en estas zonas es probable que Morales le saque más de 1500 votos de ventaja al candidato del NFR. Si las probabilidades pasan a ser certezas, entonces Evo Morales deberá disputar la presidencia de Bolivia con Sánchez de Lozada, tal como estipula la Constitución boliviana. Pero esa Constitución también especifica que los dos candidatos en disputa deben asegurarse el apoyo del Parlamento, por lo que las negociaciones entre partidos ya comenzaron. De la boca para afuera, el NFR, el MNR y el MIR parecen enfrentados a muerte. Y es difícil, si no imposible, que se incluya al MAS en alguna negociación.