EL MUNDO › AYER SE CONOCIO EL TERCER CASO DE UN AGENTE RUSO QUE TRAGO MATERIAL RADIACTIVO

Otro espía se envenenó con polonio 210

Uno de los testigos clave en la investigación del asesinato de Alexander Litvinenko cayó enfermo ayer, después de postergar dos veces su declaración ante investigadores de Scotland Yard. La escena del crimen se trasladó al bar del hotel Millennium.

Se espesa la trama del caso de los espías rusos envenenados con material radiactivo. Ayer se supo que un tercer espía cayó envenenado con la sustancia polonio 210. Se trata de Andrei Lugovoi, uno de los dos rusos que se reunieron con el espía ruso asesinado, Alexander Litvinenko, en el Pine Bar del hotel Millennium en Londres. Lugovoi había declarado hace unos días que se sentía “bien”, que se estaba realizando una serie de pruebas médicas y que estaba dispuesto a colaborar con la investigación. Pero ayer el periódico británico The Guardian informó que también resultó contaminado y que tiene dañados sus órganos vitales.

Por su parte, Dimitri Kovtun, el otro ruso envenenado ayer, salió del estado de coma, pero su estado de salud sigue siendo muy delicado. Lugovoi y Kovtun se habían reunido en Londres con Litvinenko el día en que cayó enfermo y a partir de entonces fueron dejando rastros de polonio por diversos sitios de la ciudad. La reunión había tenido lugar en el bar de hotel Millennium, donde siete camareros también resultaron contaminados, aunque por ahora ninguno de ellos parece estar en peligro.

Mientras tanto sigue la incertidumbre en torno de la fecha en que será interrogado Lugovoi. Su encuentro con Scotland Yard, anunciado para el miércoles y después para el jueves, ha sido finalmente aplazado sine die, aunque su abogado, Andrei Romachov, aseguró que su estado de salud no es un “obstáculo” al respecto.

La condición de salud de Lugovoi es considerablemente mejor que la de Kovtun, quien había prestado una declaración antes de enfermarse. “Kovtun tiene una forma aguda de patología radiactiva, con contaminación interna de radiaciones alfa a través de radionúclidos que afectaron el hígado, los riñones y el intestino”, dijo un allegado a la agencia rusa Interfax. El espía, uno de los testigos principales en la investigación sobre el envenenamiento de Litvinenko en Londres, salió del estado de coma, pero su estado de salud empeoró, agregó la fuente, que pidió el anonimato. Kovtun había dicho la semana pasada que él y Lugovoi habían bebido té, pero no recordaba si Litvinenko había bebido o no.

La investigación del asesinato de Litvinenko se concentra cada vez más en el hotel Millennium, tras el anuncio de la contaminación de los siete empleados del bar el 1º de noviembre. Los servicios de salud británicos trataban de localizar ayer a unas 250 personas que frecuentaron el bar de este hotel cinco estrellas en el lujoso barrio de Mayfair entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre, a fin de someterlas a exámenes como medida de precaución.

Hasta ahora la investigación había parecido centrarse en el restaurante de sushi de Piccadilly, donde Litvinenko, envenenado con una dosis masiva de radiaciones, se había reunido, ese mismo 1º de noviembre, con el espía italiano Mario Scaramella. Pero ninguno de los exámenes que se realizaron los empleados del restaurante dio positivo por contaminación radiactiva. El canal de televisión 4 de Gran Bretaña afirmó, citando a un alto funcionario policial, que el envenenamiento con polonio 210 tuvo lugar en el Millennium. “Los niveles de radiaciones son muy elevados en el bar”, señaló. Los últimos descubrimientos de los investigadores parecen confirmar este escenario.

De los tres rusos que se reunieron allí, Litvinenko está muerto, Kovtun acaba de salir de un estado de coma y Lugovoi también está enfermo.

Los tres son ex agentes del FSB, los servicios secretos rusos que sucedieron a la KGB, y los tres dejaron rastros de polonio 210 por donde pasaron. Incluso introdujeron el polonio al estadio de fútbol del Arsenal y a la embajada británica en Moscú que, según se informó ayer, también está contaminada.

La contaminación de los empleados, que aumenta levemente su riesgo de contraer cáncer, hace pensar que una dosis masiva de polonio estuvo presente en el bar. Según Pat Troop, responsable de la Agencia de Protección de la Salud en Londres, las radiaciones del polonio 210 “sólo viajan unos centímetros”. Pero, agregó, “puede ser inhalado si hay grandes cantidades alrededor de uno”. Por eso las autoridades sanitarias quieren practicar exámenes a quienes hayan frecuentado el Pine Bar antes y después del envenenamiento de Litvinenko. Según fuentes policiales, científicos que trabajan con la policía indicaron que el polonio habría sido introducido en la bebida de Litvinenko.

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El Millennium Hotel en Mayfair, Londres, se convirtió en el foco de la investigación.
 
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