Jueves, 11 de enero de 2007 | Hoy
EL MUNDO › REASUMIO EL PRESIDENTE VENEZOLANO Y PROMETIO PROFUNDIZAR SU REVOLUCION
Tras colocarse la banda presidencial en su hombro izquierdo, Chávez anunció que buscará reformar la Constitución para nacionalizar el gas y eliminar excepciones para empresas transnacionales. También reiteró que impulsará su reelección indefinida y criticó a la Iglesia de su país con citas bíblicas. “Socialismo o muerte”, juramentó.
Por Clodovaldo Hernández *
Desde Caracas
El presidente venezolano, Hugo Chávez, juró ayer para un nuevo período de seis años y solicitó en su discurso inaugural una reforma de la Constitución nacional. Entre los otros cambios constitucionales que anunció el presidente venezolano está el del artículo que reserva al Estado la industria y el comercio del petróleo, en el cual se incluirá también el gas natural y se eliminarán todas las excepciones que amparan a las empresas transnacionales que actualmente operan en Venezuela. “Toda la industria petrolera debe ser del Estado, aquí no se privatiza más nada”, enfatizó.
Para avanzar hacia un nuevo modelo económico y político, Chávez iniciará su nuevo período solicitando poderes especiales a la Asamblea Nacional para emitir durante un año decretos con fuerza de ley. Mediante este sistema de legislación expedita se aprobarán los textos jurídicos para llevar a cabo, entre otros aspectos, la nacionalización de empresas de electricidad, telecomunicaciones y otros sectores considerados estratégicos.
Otra reforma constitucional que impulsa el presidente haría posible la reelección presidencial indefinida. “Ya estamos redactando la propuesta, pero esto sólo se hará realidad si lo apoya el pueblo”, dijo Chávez, reelecto el 3 de diciembre de 2006 con 63% de los votos.
“Convoco de nuevo al poder constituyente para acelerar el proceso revolucionario”, expresó Chávez, abriendo el camino hacia la reforma de varios aspectos de la Constitución, entre ellas la norma que le impediría postularse en 2012 para un nuevo mandato.
Chávez informó que la reforma de la Constitución “será profunda e integral” y que el trabajo lo llevará a cabo una comisión nacional que encabezará la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores.
“En este libro quedaron muchos gazapos del viejo régimen”, dijo Chávez, blandiendo la versión en miniatura de la Constitución que siempre lleva en el bolsillo. “Vamos a radicalizar esta revolución”, advirtió en el discurso de casi tres horas que pronunció tras el juramento.
La expresión “socialismo o muerte” fue el colofón del juramento presidencial, llevado a cabo en el Palacio Legislativo de Caracas.
Chávez acostumbra salirse del libreto protocolar en los juramentos. En 1999, cuando tomó posesión por primera vez, crispó los nervios de la dirigencia política a la que había desplazado del poder, al decir: “juro sobre esta moribunda Constitución”, refiriéndose a la Carta Magna vigente entonces, que pronto sería reformada mediante la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.
Ayer, casi ocho años después, manifestó que se comprometía “ante esta maravillosa Constitución” y cerró su heterodoxo juramento con la promesa de luchar por conducir a Venezuela hacia el socialismo.
A lo largo del discurso ofreció algunos trazos de lo que debe entenderse por socialismo del siglo XXI, cuando indicó que es un sistema basado en los principios básicos del cristianismo, las ideas presocialistas de Simón Bolívar y la doctrina básica de Carlos Marx.
Hasta en los detalles más aparentemente nimios se estampó la impronta socialista. La banda presidencial ya no cruza el pecho del mandatario desde su hombro derecho, sino desde el izquierdo.
En su discurso, Chávez invitó a todos los sectores políticos a mantener una línea de entendimiento. “Respetándonos, reconociéndonos en nuestros enfoques, asumamos la decisión de la mayoría. Hay una voluntad mayoritaria que priva, que impone, que determina. Hay quienes exigen respeto a las minorías, pero pretenden revertir la democracia revolucionaria que apoya la mayoría”, expresó.
Chávez dedicó algunas palabras a uno de los invitados especiales, el cardenal Jorge Urosa Savino. “No puedo entender la posición de la Iglesia respecto a algunos temas. El Estado respeta a la Iglesia. La Iglesia debe respetar al Estado. No quiero volver a los tiempos de confrontación con los obispos, pero no es mi elección”, alegó.
Urosa había criticado al gobierno por la decisión de no renovar la concesión al canal privado opositor de televisión RCTV, indicando que irá en detrimento de la libertad de pensamiento en el país. Voceros de la Iglesia Católica también han expresado sus dudas respecto al significado del socialismo del siglo XXI.
“No hay que tenerle miedo al socialismo, cardenal, más bien deberían asustarse con el capitalismo”, añadió el mandatario, quien leyó varios pasajes del libro de los Hechos de los apóstoles para argumentar a favor de su tesis de que los primeros cristianos tenían formas de organización socialista e, incluso, comunista.
También volvió a referirse a las críticas formuladas por el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, respecto al mismo tema de RCTV. “Lo menos que el doctor Insulza ha debido hacer es una llamada telefónica, mandar un enviado especial, promover una conversación. Pero no, recurrió al chantaje, la manipulación y ofendió a Venezuela”, afirmó.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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