Jueves, 11 de enero de 2007 | Hoy
SOCIEDAD › OTRO SOSPECHOSO EN EL CRIMEN DE NORA DALMASSO
Por Raúl Kollmann
El asesino de Nora Dalmasso podría ser un ex compañero de trabajo del Banco de Córdoba, que le vendía aceites de oliva, según fuentes policiales. En la fiscalía asienten pero sostienen que no existen pruebas concretas. Uno de los dos celulares que le robaron a Dalmasso la noche del crimen, un Motorola V3 fue encendido al día siguiente del asesinato en el Villa Golf Club. Significa que el homicida vive o trabaja allí. Los investigadores aseguran que el asesino llegó caminando a lo de Dalmasso porque hay rastros de barro en una de las sábanas. En la fiscalía admiten que esa puede ser una pista, pero no definitiva. Como se ve, alrededor del crimen de Río Cuarto hay un enorme contrapunto entre los investigadores policiales, los allegados al viudo y la fiscalía. Hay un solo punto en el que parecen estar de acuerdo: “Habrá que esperar el perfil genético que llegue desde el FBI. Recién sobre esa base se podrá hacer alguna detención”, coincidían anoche las tres posturas.
La investigación del asesinato se hace a la vez en Córdoba capital y en Río Cuarto. El análisis de las llamadas telefónicas lo hace una división especializada de la policía cordobesa y se realiza en Córdoba Capital. En cambio, la recepción de testimonio y la evaluación de la prueba por parte de la fiscalía se hace en Río Cuarto. En el medio, los abogados de Marcelo Macarrón, el viudo, parecen tener fluidos contactos con los policías y de allí surge información más bien optimista de la pesquisa, con pronóstico de un relativamente rápido esclarecimiento del caso.
Ayer, se filtraron nuevas pistas:
- Del entrecruzamiento de llamadas surgió el nombre de un ex compañero de trabajo de Dalmasso. Se trata de un hombre que le vendía aceite de oliva y con el que ella mantenía algún contacto. En la fiscalía dicen que no existe siquiera una llamada entre ellos, pero sí un indicio. Algunos mencionan un testimonio. Sin embargo, consideran que se trata de una pista muy débil en la que, por ejemplo, no hay ninguna prueba contundente como podría ser el uso del celular personal de este hombre en las inmediaciones del Villa Golf Club en la noche del crimen.
- Uno de los dos celulares que se llevó el asesino de Dalmasso fue encendido en la mañana siguiente del crimen en el Villa Golf Club. Se trata de un Motorola V3 que Macarrón le había regalado a su mujer. “Esto indica que el homicida vive allí o que trabaja en ese lugar. Y además confirmaría nuestra hipótesis de que el asesino es del círculo cercano”, le dijo el abogado Sonsini Astudillo a Página/12.
- Otro de los letrados de Macarrón, Pereyra, le reveló a este diario que “la persona que entró a la casa de Nora esa noche era conocida y se ve que decidió dejar el auto a cierta distancia, para que su vehículo no se viera en el frente de la casa. Esa noche llovía y hay rastros de barro en una de las sábanas. También estaríamos confirmando así la hipótesis del círculo chico”.
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