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A dos días de asumir como nuevo ministro de Economía de Uruguay, Alejandro Atchugarry y el presidente Jorge Batlle no pueden parar la debacle de la economía uruguaya y las protestas en las calles. El dólar cerró casi igual que anteayer (26 contra 26,5 del miércoles) pero el riesgo país llegó a los 2700 puntos y las nuevas autoridades del Banco Central anunciaron que entre el martes y el miércoles se perdieron 25 millones de dólares de reservas (un 2,85 por ciento). Según cifras oficiales, el miércoles se retiraron 70 millones de dólares de la plaza local, sumando casi un 33 por ciento del total existente en lo que va del año, por lo que arrecian los rumores de un “corralito”. El precio del combustible aumentó un 12,7 por ciento mientras miles de trabajadores uruguayos, encabezados por el rector de la Universidad estatal de la República, protestaban frente al Congreso en una huelga parcial contra un proyecto de ley orientado a recortar los gastos fiscales.
La situación de la economía uruguaya es cada vez más catastrófica. En lo que va del año, el Banco Central perdió el 72,5 por ciento de sus reservas y tiene apenas 852 millones de dólares, frente a los 3100 de fines del año pasado. El FMI aprobó en junio una ayuda adicional de 1500 millones de dólares, de los cuales Uruguay ya recibió unos 500 millones que se diluyeron por asistencia a bancos con problemas de liquidez. El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) estimó la inflación del primer semestre en un siete por ciento, y las estimaciones oficiales hablan de un 15 por ciento para fin de año. Otros analistas consideran que la inflación puede llegar al 27 por ciento para fin de año, con un dólar a 30 pesos. En cualquiera de los dos casos, la hiperinflación aparece a la vuelta de la esquina.