Más de 200 estudiantes chilenos fueron detenidos, según informó la policía, tras protagonizar una serie de ocupaciones en centros de estudio de Santiago, lo que hizo recordar las masivas protestas de los “pingüinos”, como llaman a los estudiantes secundarios por su uniforme azul con camisa blanca. Durante la jornada, cuatro liceos de la capital chilena, entre ellos el emblemático Instituto Nacional, fueron ocupados por estudiantes, quienes cerraron sus puertas a alumnos, profesores y administrativos. Las movilizaciones surgieron por el supuesto no cumplimiento por parte del gobierno de las demandas del alumnado, entre las que destacan el aplazamiento de una ley penal juvenil, que debe entrar en vigencia este viernes, y pasaje gratuito en el transporte urbano. Con motivo de las tomas, las autoridades se mantienen alertas ante un eventual rebrote de las grandes movilizaciones de mayo del año pasado, las mayores protestas estudiantiles de los últimos 30 años en el país, que pusieron en jaque al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet. Aquellas protestas se prolongaron por cerca de 40 días y culminaron tras la creación de la comisión nacional para la reforma a la educación.