Miércoles, 13 de junio de 2007 | Hoy
EL MUNDO › LOS COMBATES INTERPALESTINOS DEJARON AL MENOS 28 MUERTOS EN GAZA
La coalición gubernamental pende de un hilo desde ayer, cuando Fatah dijo que suspende temporalmente su participación en el gobierno.
Por Donald Macintyre *
desde Jerusalén
El destino del cada vez más impotente gobierno de unidad nacional palestino pendía de un hilo anoche, después de otro día de enfrentamientos brutales entre las dos facciones principales en Gaza, que elevó la cifra de los muertos a por lo menos 28 y 150 heridos. Hombres armados de Hamas lanzaron ataques con morteros y granadas sobre los cuarteles de la fuerza nacional de seguridad en el norte de Gaza, dominada en gran parte por Fatah, tras advertir a sus fuerzas de seguridad rivales que abandonaran sus puestos a lo largo de la Franja. El presidente palestino, Mahmud Abbas, denunció ayer un “intento de golpe” por parte del movimiento islámico Hamas y los ministros de su partido Al Fatah anunciaron que dejarán temporalmente el gobierno de unidad mientras Hamas no detenga sus ataques.
Anoche, Hamas afirmó haber tomado el control del centro de Gaza, después de una batalla de varias horas entre cientos de sus propios activistas y los de Fatah, que estaban atrincherados. Hubo informes no confirmados de muertes entre las 200 fuerzas de Hamas que habían rodeado el cuartel general. El segundo día del conflicto sangriento llevó a Gaza nuevamente al borde de la guerra civil cuando un lanzagranada dañó el hogar del primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, un líder de Hamas, mientras en la ciudad de Ramalá, en Cisjordania, los militantes de Fatah secuestraban a un viceministro de Hamas.
Anteriormente, durante el día los activistas de Hamas que controlaban el techo del Hospital Europeo, en Khan Yunis, intercambiaron disparos de armas de fuego con las fuerzas de seguridad de Fatah en una base cercana. Quince niños de un jardín de infantes que estaban en la línea de fuego fueron llevados rápidamente al edificio del hospital para protegerlos de los disparos. Los combates de ayer y del lunes parecen haber ignorado hasta las mínimas restricciones previas, mientras la lucha aumentaba, volcándose a los edificios de otros ocho hospitales de Gaza.
Wessam Awadallá, un médico del Hospital Shifa de la principal ciudad de Gaza, le dijo a Associated Press que el hospital necesitaba 50 médicos para tratar a todos los heridos. Pero sólo había 20 de guardia ayer, ya que el personal médico no pudo llegar debido a los disparos afuera. Awadallá dijo que los activistas enmascarados habían estado rondando el hospital, intercambiando fuego ocasionalmente. “No sabemos quiénes son o a quién combaten”, añadió. “Llegará un momento en que no podremos tratar a todos y tendremos que dejarlos morir.”
En la ciudad de Beit Hanoun, al norte de Gaza, el hospital había cerrado totalmente después de que tres personas murieron por disparos dentro el lunes. Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), uno murió en la sala de operaciones. En una declaración, el CICR dijo que “los ataques a las instituciones médicas, sus pacientes y su personal eran serias violaciones a la ley humanitaria internacional”.
Ayer la lucha también se volcó a los locales de la agencia de refugiados de la ONU (Unrwa) y ésta se vio forzada a cerrar cinco centros de distribución de alimentos y siete de sus 18 clínicas sanitarias. John Ging, el director de operaciones de Gaza, dijo que Unrwa estaba “muy” preocupada por la “terrible situación humanitaria” a la que se enfrenta el millón de refugiados a los que asiste. Ging añadió: “Les pedimos a todos los líderes palestinos que usen su influencia para resolver sus disputas a través de medios pacíficos. Esta lucha sin sentido debe parar y hacer lugar al diálogo y a la negociación. La población civil en la Franja de Gaza lo exige y lo merece”.
Con activistas enmascarados apostados en los techos y en las esquinas de las calles, muchos caminos en la ciudad de Gaza y otros lugares en la Franja estaban desiertos, ya que los civiles se refugiaban de una serie de batallas armadas que hacían erupción entre las facciones rivales. En un momento, las fuerzas de seguridad de Fatah atacaron la televisión Al Aqsa dirigida por Hamas y las estaciones de radio en la ciudad de Gaza, tocando canciones pro Fatah para indicar que habían tomado el control del complejo. Pero la estación dijo más tarde que había frustrado los ataques, mostrando fotos de lo que se informó eran activistas de Hamas rodeando vehículos de seguridad.
Mientras Hamas describía el ataque a la casa de Haniyeh como un intento de asesinato, un primo de Abdel Aziz Rantisi, el líder de Hamas asesinado por Israel en 2004, era secuestrado y asesinado por los hombres armados de Fatah. La casa de un parlamentario de Hamas también fue incendiada. Anoche, Haniyeh exhortó a ponerle fin a la lucha y reasumir las negociaciones, pero acusó a Fatah de no creer en la sociedad política. Pero en otros lados, los funcionarios de seguridad dijeron que tres mujeres y un varón de catorce años murieron en un ataque de hombres armados de Hamas en la casa de un alto oficial de seguridad de Fatah.
Mientras Fatah se preparaba para reunirse para decidir si abandonar la coalición que había formado antes este año con Hamas, el coronel Nasser Khaldi, un comandante Fatah en el sur de Gaza, acusó a los líderes de la facción de no ordenarles a sus hombres que lucharan. Pero una orden posterior del comando de la fuerza nacional de seguridad les pidió a los hombres que resistieran lo que llamó un “golpe” de Hamas contra el presidente palestino, Mahmud Abbas, y su gobierno de unidad.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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