El consejo nacional del Partido Socialista (PS) francés, en medio de sus esfuerzos por superar la crisis en la que está inmerso por sus últimos fracasos electorales, adoptó ayer un calendario que apuesta por la continuidad y margina a su ex candidata presidencial Ségolène Royal. La dirigente socialista había intentado boicotear la reunión partidaria –según explicó, no participaría porque quería descansar– pero la jugada le salió mal. El partido aprovechó su ausencia para distanciarse aún más de la popular ex ministra, quien el viernes ya había anunciado su posible candidatura para las próximas presidenciales de 2012 sin el respaldo de la estructura socialista.

El encuentro de ayer de la cúpula socialista tenía como objetivo iniciar el tan mencionado y prometido proceso de renovación, después del doble fracaso en las presidenciales y las legislativas a manos de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) de Nicolas Sarkozy. El primer secretario del partido y ex esposo de Royal, François Hollande, presentó un calendario que concluirá con la elección de un nuevo líder en el congreso partidario del año próximo. Mientras tanto, el programa adoptado ayer mantiene la cúpula actual y establece una serie de coloquios en universidades para los próximos meses. Allí se intentará redefinir las orientaciones del PS. “Hay que trazar las nuevas fronteras de la izquierda”, aseguró Hollande.

Fortalecida por la popularidad que le dejaron las últimas elecciones presidenciales, Royal pretende asumir lo más rápido posible la dirección del PS y darse tiempo para preparar su programa electoral de cara a 2012, tal como hizo Sarkozy, quien asumió la dirección de la UMP en 2003 antes de convertirse en candidato presidencial. Partidaria de una renovación política, Royal se mantiene alejada de la línea actual del PS. Por eso unos días atrás cuestionó algunas de las propuestas centrales del socialismo, las mismas que había defendido dentro de su programa electoral.

En este primer round Royal salió perdiendo porque su ex pareja y actual líder del partido consiguió imponer su cronograma. Ahora la ex candidata deberá trabajar para llegar con un programa fuerte al congreso del año próximo y conseguir conquistar a los desencantados socialistas.