Viernes, 29 de junio de 2007 | Hoy
De visita en Moscú, el mandatario venezolano elogió a Vladimir Putin por desaprobar el escudo antimisiles que Washington quiere instalar en su patio trasero.
El presidente venezolano Hugo Chávez elogió ayer la oposición de su par ruso Vladimir Putin al escudo antimisiles que Estados Unidos quiere instalar en Europa y dijo añorar la Unión Soviética, en el primer acto de su visita de trabajo a Moscú. “La Unión Soviética muy lamentablemente cayó. Pero no desapareció Rusia. Hoy hay un renacimiento en Rusia”, dijo el venezolano al inaugurar el Centro Cultural Latinoamericano Simón Bolívar en la capital rusa. Chávez se mostró convencido de que en el mundo “están volviendo las viejas ideas” de la Guerra Fría.
Chávez inauguró ayer el centro cultural en la Biblioteca de Lenguas Extranjeras, donde, como era de esperar, arremetió contra Washington. “O quebramos el imperialismo norteamericano o el imperialismo norteamericano quiebra definitivamente al mundo”, y declaró que él lucha “por un mundo de iguales y de paz donde reine el respeto a la vida, a la soberanía de los pueblos, a la verdadera libertad, no a la libertad de Superman”. El presidente venezolano elogió la actitud crítica de Putin con Washington. “¡Qué valiente la resistencia de Putin contra el escudo antimisiles! Un escudo antimisiles contra Rusia, quién puede negarlo”, dijo. También aseguró que Estados Unidos “no quiere que Rusia continúe levantándose”. “Pero Rusia se ha levantado de nuevo, como centro de poder. Y nosotros los pueblos del mundo, necesitamos a Rusia, a China, cada día más fuertes”, añadió, lo que suscitó los aplausos de la audiencia, en la que se hallaban el alcalde de Moscú, Yuri Lujkov, y el político ultranacionalista ruso Vladimir Jirinovski.
Entre los asistentes al acto cultural no había, sin embargo, cargos del gobierno ruso. Putin prefirió recibir a Chávez en su dacha de las afueras de Moscú para una cena de trabajo, para hablar de negocios y armas.
“Tenemos por delante conversaciones sobre temas económicos y vínculos militares. Así que estoy contento de saludarlo”, explicó el líder ruso ante la prensa al recibir a Chávez.
“Desde que nos reunimos (por primera vez) en 2001, mucho han cambiado las cosas en el mundo. Y han cambiado en favor de nuestras ideas y para el beneficio de nuestros pueblos”, respondió, por su parte, Chávez. El mandatario tiene previsto visitar una fábrica de helicópteros en la localidad de Rostov del Don, tras asistir a una carrera hípica por invitación de Putin, mañana.
Putin partirá hacia Estados Unidos, donde el presidente George W. Bush lo invitó a pasar un fin de semana en la residencia familiar de Kennebunkport. De ahí algunos comentarios de la prensa local sobre el “bajo perfil” de Putin en esta ocasión. El presidente ruso “recibe a Chávez sin los honores”, opinó el diario Kommersant. Chávez quiso quitarles importancia a esas posibles compras de armamento ruso, tras haberse gastado 3000 millones de dólares en el último año y medio.
“Se ha especulado mucho de que mi viaje a Moscú es para buscar armas. No, no es ésa mi prioridad. Mi prioridad es la cultura”, aseguró en la Biblioteca de Literatura Extranjera de Moscú. Chávez se mostró convencido de que en el mundo “están volviendo las viejas ideas” de la Guerra Fría.
En otro momento de su discurso enfatizó: “A (Simón) Bolívar pretendieron sepultarlo, como a Lenin, a Marx. No hay tierra que pueda taparlos”. Ese tono combativo no hizo olvidar las inversiones. El mandatario venezolano se reunió con el presidente de la petrolera rusa Lukoil, Vagit Alekperov, con intereses en la Faja del Orinoco, donde esta semana Caracas extendió su control sobre la explotación de hidrocarburos. Venezuela ha establecido “leyes muy duras para los inversionistas, pero seguimos dialogando”, dijo el vicepresidente de la compañía, Leonid Fedun. Chávez, que tras Moscú y Rostov del Don viajará a la capital bielorrusa, Minsk, y a Teherán, no perdió la oportunidad de fustigar a Estados Unidos.
“Para el bien del mundo (los estadounidenses), deberían retirar las tropas de Irak, las amenazas contra Irán, que tiene derecho a desarrollar su energía nuclear”, como podría hacerlo Venezuela “algún día”, dijo. En Minsk, Chávez podría informar sobre la posible compra de un sistema de defensa antiaéreo. “No queremos guerra, pero si al imperio se le ocurriera agredir a Venezuela, de manera abierta, nosotros estaríamos dispuestos a morir defendiéndola”, insistió Chávez.
La visita de Chávez está orientada a fortalecer la cooperación militar. Venezuela ha manifestado su deseo de comprar entre cinco y nueve submarinos diesel con el fin de defender su plataforma continental rica en petróleo de un posible ataque. Chávez también tiene interés en sistemas de defensa antiaérea, misiles portátiles, lanzagranadas y lanzaminas, aviones de carga y sistemas de espionaje radioelectrónico.
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