En unas elecciones generales peleadas, ninguno de los principales partidos de Guatemala lograba ganar en primera vuelta, según un boca de urna. Al cierre de esta edición, Alvaro Colom, de la socialdemócrata Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) alcanzaba un 36,09 por ciento de los sufragios, frente al 29,16 por ciento que obtenía Otto Pérez Molina, del derechista Partido Patriota (PP), informó el diario guatemalteco El Periódico. Por su parte, la indígena y premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú quedó rezagada en quinto lugar.

Después de que ninguno de los dos principales candidatos obtuviera más del 50 por ciento de los votos necesarios para ganar la presidencia, el boca de urna indica que Colom y Pérez irán a segunda vuelta programada para el próximo 4 de noviembre. Les siguieron en orden de resultados preliminares el médico Alejandro Giammattei, de la oficialista Gran Alianza Nacional (GANA), con un 18 por ciento de los votos; el académico y ex colaborador del ejército Eduardo Suger, del conservador partido Centro de Acción Social (CASA) con el mismo porcentaje, y Menchú, la líder del Encuentro por Guatemala (EG), con un tres por ciento, por encima del ex militar golpista Efraín Ríos Montt, perteneciente al Frente Republicano de Guatemala (FRG).

Tras una campaña agitada por el asesinato de más de 40 militantes, se presentaron 21 partidos políticos y 14 candidatos presidenciales a unas elecciones que contaron con la presencia de 19.500 policias y 11.000 soldados del ejército. Los comicios para elegir presidente y vicepresidente de la República, además de los 158 diputados del Parlamento y 332 alcaldes, registraron una participación cercana al 60 por ciento de la población y una abstención (40 por ciento) levemente mayor a la de las últimas elecciones, de acuerdo con el boca de urna.

El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Oscar Bolaños, dijo a la prensa local que al mediodía la participación había alcanzado el 53 por ciento y que las elecciones transcurrieron “con normalidad”. Sin embargo, en un pueblo del este de Guatemala hubo un intento de quema de urnas, lo que fue impedido por la represión del ejército, que está autorizado por la Ley electoral para vigilar los comicios.

Luego de emitir su voto, el presidente de Guatemala, Oscar Berger, del Gran Alianza Nacional (GANA), aseguró que la democracia de su país está “madurando” y que muy pronto será “un modelo para el mundo”. “El que va a ganar con estas elecciones es la democracia y los guatemaltecos”, agregó Berger, quien no presentó su candidatura en estos comicios porque está prohibida constitucionalmente la reelección inmediata.

El que se imponía en primera vuelta y empresario de 56 años expresó su satisfacción por el transcurso de las elecciones y se declaró convencido de ganarlas. “Vamos a ganar, estamos fuertes”, dijo a la prensa Colom en el colegio electoral donde votó. El otro favorito para la segunda vuelta, el general retirado Otto Pérez Molina, de 58 años, candidato del derechista Partido Patriota (PP), también expresó su confianza en la victoria al emitir su voto. “Esperamos lo mejor para el partido, creo que el trabajo que hicimos fue muy bueno y lo único es esperar los resultados. Estamos confiados de que van a ser favorables”, declaró el ex militar, partidario de la mano dura y acusado de violar los derechos humanos cuando formaba parte del ejército, décadas atrás. El resultado preliminar reflejó un cambio respecto de las últimas encuestas que daban vencedor al candidato del PP.

En tanto, Menchú también votó en la capital del país. “Llamo a las mujeres y a todos los jóvenes a que hagan de estas elecciones un acto cívico, pacífico, sin violencia y sin agresiones”, dijo la activista que aspira a representar a los indígenas del país, el 54 por ciento de la población.

Según citan los medios locales, Pérez Molina recibió en las últimas semanas el espaldarazo de sectores del empresariado ante las dudas frente a la política que podría llevar adelante Colom, quien no definió si impulsaría el comercio con Sudamérica o con Estados Unidos. En cambio, el PP ya había adelantado su inclinación por los tratados de libre comercio (ver aparte). Según la prensa, miembros de la UNE habrían dicho que su líder tiene en mente cambios drásticos en la economía con el apoyo de algunos empresarios, pero Colom no los habría anunciado en la campaña para evitar perder votos. El socialdemócrata se opone a la mano dura y propone modernizar la policía nacional civil y controlar más el narcotráfico. Sin embargo, un miembro de su partido, Jacobo Salán, recibió denuncias por estar vinculado a la mafia del narco. En contraste, Pérez Molina propone usar el ejército para la seguridad ciudadana.