EL MUNDO › PANORAMA DESPEJADO EN URUGUAY
Cuando el dinero sobra
El fantasma argentino se aleja en Uruguay. Mientras los cuatro bancos suspendidos por el Banco Central ampliaron ayer sus operaciones sin problemas internos ni con el sindicato de los bancarios, el presidente uruguayo Jorge Batlle anunció que prevé dar un nuevo destino, que no reveló, al préstamo de 1.500 millones de dólares del FMI, ya que sencillamente no hubo corrida de depósitos.
El ex presidente del Banco Central, César Rodríguez Batlle, denunció ayer presiones políticas para que fuera removido de su cargo, porque actuó contra el grupo Peirano, cuyos principales accionistas están presos en la cárcel central de Montevideo, acusados de una estafa millonaria.
Batlle aseguró que conversará con el FMI sobre la posibilidad de usar el excedente del crédito en otros destinos, en un país en su cuarto año de recesión y que durante 2002 sufrió una sangría del 45 por ciento de los depósitos bancarios y del 80 por ciento de los activos de reserva. El presidente uruguayo, abonado al optimismo, dijo que vendrán días mejores para Uruguay por “la reprogramación a tres años de los depósitos, la visión colectiva de que hay un aumento día a día de las reservas, la estabilidad de la banca privada que sigue operando y el esfuerzo que está haciendo toda la sociedad”.