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El justicialismo intentará esta semana hacer caer el juicio político a la Corte Suprema. La restitución del 13 por ciento a los empleados públicos, ordenada a partir de la declaración de inconstitucionalidad por el alto tribunal, fue un duro golpe para el Gobierno. Según reconoció un influyente diputado duhaldista, desde la Rosada se ordenó ponerle un punto final al conflictivo tema. Como en otros tiempos, los diputados que responden a Eduardo Duhalde estarán nuevamente junto al menemismo, desde siempre los más fieros defensores de los supremos.
La acordada de la Corte que declaró inconstitucional el recorte salarial de los empleados del Estado “fue un balazo en la rodilla”, reconoció uno de los más importantes representantes del duhaldismo en la Cámara baja y agregó: “Lo hicieron para no matarnos”. Esto apuró la decisión de los hombres del Gobierno de terminar con el caso. El duhaldismo se plantea para esta semana una sesión con dos escenarios posibles:
u Pateando al corner. Este vendría a ser la expectativa de mínima. Es decir, llegar al recinto y no conseguir quórum ante la ausencia del radicalismo y del ARI. Con esto quedaría demostrado, siempre según la lectura de los hombres del Presidente en la Cámara baja, que no es el PJ el que mantiene vivo el juicio ante la especulación de la Corte que piensa que es Duhalde quien mantiene esta especie de espada de Damocles sobre sus cabezas. Acá no termina el plan duhaldista, al no conseguir desactivar el juicio tienen planeado proponer el retorno a comisión del dictamen acusatorio con el compromiso de tratarlo en julio del año próximo. Con ello buscan sacar el juicio de la campaña presidencial bajo el argumento de que “la destitución o no de la Corte la debe realizar el nuevo gobierno legitimado por los comicios de marzo”.
El legislador duhaldista que relató la estrategia a este diario reconoció que “no queremos a (Elisa) Carrió que nos mate en febrero con el tema de la Corte”.
u El salvataje. Que vendría a ser lo mismo que la impunidad para los cortesanos. El duhaldismo imagina este escenario con una sesión multitudinaria donde la oposición no contará con el número suficiente para imponer la aprobación del dictamen condenatorio de la Comisión de Juicio Político. “El Presidente ya lo sabe, contamos con los ochenta votos negativos necesarios para hacer caer el juicio”, se jactó el diputado. En este punto la coincidencia con el menemismo es calcada. Los legisladores que responden a Carlos Menem manejan la misma cifra de votos. Es decir, hace tiempo que militan juntos en este tema. Sólo faltaba la ocasión para ponerla en práctica.
Lo que falta por cerrar en el justicialismo es la posición de aquellos diputados que están a favor de la condena a la Corte. Esto es, lo que se conoce como el grupo Talcahuano donde militan el santacruceño Sergio Acevedo y el tucumano Ricardo Falú, presidente y secretario de la Comisión de Juicio Político, respectivamente. Esta quincena de diputados resisten la posibilidad de llevar el caso al recinto porque están seguros de que “el bloque busca la impunidad de la Corte”.
Para los duhaldistas el argumento de los Talcahuano carece totalmente de valor. “Hace tres meses que se les advirtió sobre el cambio de dirección en este tema. Igual insistieron con sacar el dictamen, ahora no se pueden resistir a bajar al recinto porque pierden una votación”, repitió uno de los hombres más cercanos a Duhalde en Diputados.
Los Talcahuanos están advertidos y piensan darle pelea a la intentona del duhaldismo y el menemismo durante la reunión de bloque prevista para esta noche a las 20. “Es muy difícil que acatemos la decisión de la bancada de bajar a las bancas. ¿Qué legitimidad tiene el bloque para exigirnos disciplina partidaria?”, indicó uno de los más duros representantes de este sector de los diputados oficialistas. Igual los duhaldistas creen que este último escenario es el menos probable. El viernes mantuvieron una reunión con representantes del bloque radical. Ese día, los peronistas escucharon de boca de Horacio Pernasetti, Jesús Rodríguez y Mario Capello un no rotundo a bajar a las bancas. “Es una decisión del Comité Nacional de la UCR”, dijo el trío y agregó: “No queremos la impunidad para la Corte”.
Sobre la posición del ARI no necesitan mantener una reunión. El justicialismo sabe y ya escuchó repetidas veces a Elisa Carrió exigiendo la destitución de los supremos y, sobre todo, sus denuncias sobre maniobras del oficialismo para garantizar la impunidad al alto tribunal. Sólo restan los representantes de los partidos provinciales, un grupo por demás heterogéneo, pero que no resulta un problema para el PJ a la hora de negociar.
Sin duda, la reunión de bloque de esta noche será dura y bastante peleada. El menemismo llevará la voz cantante ya que son los primeros defensores de la Corte y critican con fiereza a los Talcahuanos por su insistencia con el juicio. Seguramente esta vez el duhaldismo abandonará su bajo perfil en los debates del bloque y asumirá un posición más firme en pos de conseguir el punto final para la Corte.