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La tambaleante coyuntura económico-política del otro lado del Plata, devenida de las políticas neoliberales aplicadas por el gobierno de Jorge Batlle y reflejo de la crisis argentina, amenaza con un cambio del mapa político uruguayo: según una encuesta que publicó ayer el diario local La República, la coalición de izquierda Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), liderada por Tabaré Vázquez y principal fuerza opositora, accedería por primera vez a la presidencia y sin necesidad de ballottage si las elecciones previstas para finales de 2004 se realizaran mañana mismo. El Frente Amplio reúne el 51,5 por ciento de la intención de voto, frente al 19,5 por ciento del Partido Colorado, al que pertenece el presidente Batlle, y el 13,5 por ciento del Partido Nacional (o Blanco), miembro de la alianza gobernante. La consulta fue realizada por la empresa People’s Tendencies entre el 21 y el 29 de agosto, abarcó a 1230 personas y tiene un margen de error de 2,7 por ciento.
La encuesta arrojó además que el social-demócrata Nuevo Espacio tiene el 1 por ciento de intención de voto, un 4 por ciento votaría en blanco, un 9,5 por ciento no definió aún su voto y un 1 por ciento prefirió mantener en reserva su opción. De acuerdo con la legislación uruguaya los partidos necesitan obtener la mayoría absoluta para que su candidato sea elegido presidente en la primera vuelta electoral, prevista para octubre de 2004; de lo contrario los dos más votados disputarán la presidencia en una segunda vuelta, en el mes de noviembre. Según People’s Tendencies, el crecimiento de la izquierda se explica por “la profunda crisis estructural del país”, que generó “una gran desilusión y pérdida de confianza” en algunos sectores sociales. Uruguay viene atravesando una grave crisis de su sistema financiero: entre el 30 de julio y el 5 de agosto los bancos uruguayos permanecieron cerrados, y cuatro instituciones están suspendidas con un serio riesgo de liquidación. Un panorama que hizo temer la implementación de un tapón equivalente al corralito argentino.
Ahora el mismo Batlle y políticos de los tres partidos mayoritarios aparecen como deudores del suspendido Banco Comercial –que fuera propiedad de los hermanos argentinos José y Carlos Rhom–, según ayer reveló la revista Brecha, en un informe del periodista Samuel Blixen. Este publicó el registro de cuentas de la institución, en la que aparece un préstamo concedido a Batlle, en abril y a 90 días, por 13.117,74 dólares. En la lista figuran también el senador del Partido Nacional (PN) Luis Alberto Heber, con una deuda de aproximadamente 377.000 dólares, el senador del gobernante Partido Colorado Wilson Sanabria por unos 60.000 dólares y el diputado del opositor Encuentro Progresista (EP) Carlos Baraibar, con 57.000 dólares. También el empresario argentino Eduardo “Pacha” Cantón, “que comparte con el presidente Batlle una amistad que no se esconde” debe 1.876.000 dólares de un préstamo obtenido en julio del año 2001.
Sea por la recurrencia a los ajustes fiscales que recaen en la población del gobierno actual uruguayo, las oscilaciones de las finanzas -amortizadas por el auxilio de 1500 millones del FMI–, o el efecto Tango, el bloque opositor viene con fuerza, y ya está en busca de un consenso para formular una proclama alternativa única. En las últimas elecciones, de octubre de 1999, el Frente Amplio obtuvo el 39,1 por ciento de los votos, pero su líder y candidato presidencial Tabaré Vázquez, fue derrotado por Batlle en la segunda vuelta con el apoyo de los blancos.