EL PAíS
Los piqueteros se sumaron cerrando el Conurbano
El piquete principal se realizó en La Matanza, donde la CCC y la FTV cortaron la Ruta 3, frente al Hospital Paroissien, con 5000 personas. También hubo otros cortes. Varias organizaciones no participaron.
Por Laura Vales
Los desocupados se sumaron a la protesta con cortes de ruta en el Conurbano y el interior del país. Realizaron un piquete central en La Matanza, donde unas cinco mil personas se concentraron desde las diez de la mañana a las seis de la tarde frente al hospital Paroissien. Hasta el lugar, ubicado en el kilómetro 21 de la Ruta 3, la mayoría de los manifestantes llegó caminando o en bicicleta. Y en las banquinas se vio estacionar a decenas de carros cartoneros, tirados a caballo. Ayer, la estructura de movilización piquetera mostró pocos micros y mucha tracción a sangre.
El criterio de las organizaciones de desocupados que participaron de la jornada (la Federación de Tierra y Vivienda y la Corriente Clasista y Combativa) fue realizar actividades de ocupación territorial. Así, en el Gran Buenos Aires mantuvieron distintos puntos de corte (en el cruce de Florencio Varela, en el Puente Pueyrredón, en Morón y en la residencia de Olivos), en los que se concentraron junto a estatales, maestros, trabajadores de la salud y algunas asambleas, en la misma composición de sectores que vienen movilizándose junto en los últimos meses. La novedad, en cambio, fue la presencia en los cortes de ruta de representantes del ARI y de Autodeterminación y Libertad.
“Para nosotros –dijo Juan Carlos Alderete, de los desocupados de la CCC–, éste no es un piquete más. Creemos que el paso más importante del día es ése, estar por primera vez con compañeros de otros sectores, porque pensamos que ninguna organización de desocupados o sector aislado, por más sabiduría que tenga, va a poder sacar al país del pozo en el que estamos metidos.”
Otras organizaciones piqueteras –como la Coordinadora Aníbal Verón– no participaron de la jornada de protesta o tomaron distancia por considerar que la movida está muy partidizada y tiene un trasfondo electoral.
En la Ruta 3 hubo igual proporción de mujeres que de hombres. Los manifestantes se movilizaron con la familia entera, chicos incluidos. Elsa Perona, de 49 años, marchó con nueve hijos, 17 nietos y dos carros con los que juntan cartones al que a último momento subieron a la abuela, de 70.
–Vinimos para que se vayan del primero al último –dijo la mujer a Página/12–. Aunque eso no va a ser posible. Seguro que algunos se van a ir, pero todos no creo. Es como cuando uno limpia, que siempre queda un poco de mugre.
La mayoría de los desocupados vinculó directamente el que se vayan todos con la posibilidad de volver a tener empleo. Mónica Paz, del barrio Boward (40 años, 4 hijos), consideró que “si se van todos y viene gente nueva, podríamos tener más fábricas y menos discriminación para los que pasaron los 30 años”. Muchos otros opinaron en términos similares, pero ninguno pudo contestar quién debería gobernar para que haya trabajo.
El corte de ruta cerró con un acto, poco antes de que bajara el sol. Desde el palco las críticas se centraron en Adolfo Rodríguez Saá, Hugo Moyano y Nina Peloso, a raíz del reciente apoyo de Raúl Castells al candidato presidencial puntano. “Se olvidan de que todos ellos gobernaron los últimos 10 años este país”, dijo Jorge Núñez, de la FTV. El dirigente, que habló en lugar de Luis D’Elía, quien viajó para participar de los actos de Santa Fe), calificó también a todos los candidatos del PJ de “terratenientes y enriquecidos que obedecen al Banco Mundial, al establishment y al FMI”.
También hubo un llamado explícito a “organizarse para ser gobierno”. “Se tienen que ir todos –sostuvo Alderete–, y nosotros tenemos que prepararnos desde abajo para gobernar. Estamos cansados de escuchar cómo los intelectuales justifican el fracaso de sus planes económicos, mientras nosotros en los barrios sostenemos los comedores populares para poder comer.”
En Morón y en Avellaneda hubo grupos que reclamaron la reestatización de las empresas privatizadas cambiando los nombres de sus fachadas. Así, taparon los carteles de Edenor con bandas de papel en las que escribieron Segba, pusieron otros de Gas del Estado sobre los de Metrogas y cambiaron los de Aguas Argentinas por otros de Obras Sanitarias.
Los piqueteros anunciaron que la semana próxima participarán de la movilización frente al Congreso para exigir a los legisladores que impulsen el juicio político a la Corte Suprema. Planifican también una serie de medidas en contra del aumento de las tarifas públicas. Hicieron, finalmente, un llamamiento público. Dicen estar convencidos de que “falta sumar todavía a muchos más sectores”.
“Nosotros –dijeron Alderete y Núñez en el discurso de cierre– no tenemos la cabeza chiquita del que piensa que el campo popular está integrado por dos o tres organizaciones. Tenemos que sumar al campo, a las pequeñas empresas que son las que generan puestos de trabajo, y a los obreros fabriles ocupados, a los que cuesta tanto sacar a la calle. A ellos les pedimos que no se queden adentro, porque lo que está en juego es el futuro de los argentinos.”