Francia le puso ayer un freno al gobierno colombiano. Anoche, después de una serie de anuncios grandilocuentes de Bogotá, el Palacio del Elíseo decidió tomarse su tiempo para “reflexionar” y metió en el freezer la nueva estrategia del presidente Alvaro Uribe para el canje humanitario con las FARC. Durante la mañana, el alto comisionado para la Paz Luis Carlos Restrepo les anunció a los colombianos y al mundo que Bogotá estaba casi lista para presentar un acuerdo con la guerrilla que asegure la liberación de sus 45 secuestrados más famosos. Con un inusual optimismo, el funcionario había asegurado que ya no necesitaban mediaciones ni ayudas externas, excepto claro, su “aliado natural”, París. Pero desde el gobierno francés, que en más de una ocasión pidió la vuelta de Hugo Chávez al proceso, prefirieron no apurarse y cancelaron la visita de Restrepo programada para hoy.

La misión de Restrepo era reunirse con el presidente Nicolas Sarkozy y con otros sectores sociales de Francia para pedir su apoyo en la nueva estrategia de Uribe. “El comisionado va a pedirle al presidente Sarkozy o a un delegado suyo que lo acompañe en la eventual cita con las FARC”, explicó Mauricio Lizcano, hijo de un secuestrado recientemente asesinado y miembro de la Comisión de Paz de la Cámara de Diputados, al final de una reunión en el palacio presidencial. Ni Uribe ni Retrepo pensaron dos veces antes de hacer el anuncio sobre la reactivación de las negociaciones con la guerrilla. Descontaban que París los apoyaría en su nueva empresa. Apenas el sábado pasado el mandatario colombiano había conversado por teléfono con su par francés y habían coincidido en que debían buscar nuevas vías –es decir, una alternativa a la mediación de Chávez– para conseguir la liberación de los secuestrados.

La nueva vía que anunció ayer Restrepo es una solución legal similar a la que su gobierno les ofreció a los grupos paramilitares, que en los últimos dos años se han desmovilizado y desarmado. Según dejó entrever, si la guerrilla acepta el canje humanitario, el gobierno estaría dispuesto a liberar a guerrilleros detenidos o a otorgarles beneficios legales. Como los paras, recibirían penas reducidas en cárceles especiales y quedarían exentos de cualquier pedido de extradición.

El comisionado para la Paz adelantó que ya tienen listo el acuerdo. “Al texto sólo le hacen falta el nombre de los guerrilleros que recibirían los beneficios”, aseguró optimista. Restrepo descartó cualquier tipo de mediación para este nuevo contacto con las FARC y dijo que él irá personalmente para sellar el trato. “Estoy dispuesto a asumir todos los riesgos que sean del caso a fin de hacerme presente en el lugar y la fecha que las FARC determinen para acordar con la persona que ellos deleguen los últimos detalles que nos conduzcan al acuerdo humanitario”, dijo. Eso sí, Uribe volvió a rechazar la desmilitarización de la zona del encuentro, que es la principal condición de las FARC.

Pero para sorpresa del gobierno colombiano, esta vez Francia puso un pero. Según el diario Le Monde, un consejero cercano a Sarkozy aseguró que el presidente francés pidió que se pospusiera la visita de Restrepo para analizar mejor la nueva propuesta de Bogotá. “No queremos precipitarnos ante cada puerta que se abre”, explicó el hombre de confianza del mandatario. “No tenemos derecho a equivocarnos”, agregó. El Palacio del Elíseo sigue dejando la puerta abierta a una posible reactivación de la mediación del presidente venezolano Hugo Chávez, aunque sigue apoyando firmemente al gobierno de Uribe.