Viernes, 7 de diciembre de 2007 | Hoy
El ataque con un paquete bomba mató a la secretaria del bufete. En el edificio también se encuentra la sede de la Fundación para la Memoria del Holocausto. No hay pistas que lleven a una identificación de los móviles.
Por J.M. Marti Font *
Desde París
Un muerto y cinco heridos, uno de ellos grave, es el balance del atentado que tuvo lugar ayer al mediodía en París contra un bufete de abogados por medio de un paquete bomba de fabricación artesanal. La explosión se produjo en el gabinete de Catherine Gouet-Jenselme, adonde estaba dirigido el paquete, situado en el cuarto piso del número 52 del bulevar Malesherbes, en el distrito 8º de la capital francesa. Se trata de un edificio que tiene inquilinos tan especiales como el despacho de Arnaud Claude y asociados, fundado en 1987 por el actual presidente de la República, Nicolas Sarkozy, junto a Michel Leibovici y el actual titular, o la sede de la Fundación para la Memoria del Holocausto, que preside Simone Veil. La fallecida es la secretaria del bufete y el herido grave es el abogado Olivier Brane, que fue trasladado al hospital de la Pitié–Salpêtrière, pero cuya vida no corría peligro ayer por la tarde.
El paquete, que fue entregado cerca del mediodía por una persona a la que ahora busca intensamente la policía, estaba dirigido “a la atención de Gouet-Jenselme y Olivier Brane”. La explosión se produjo a las 12.50 hora local, justo cuando la secretaria abrió el paquete. En el interior había dos explosivos disimulados en una caja de madera. El fiscal Jean-Claude Marin espera que las cámaras de vigilancia hayan captado imágenes de la persona que entregó el paquete explosivo. Fuentes de la investigación señalaron que la secretaria fallecida, al abrir el paquete, tal y como lo hizo, protegió al resto de los trabajadores de bufete, con lo que se evitaron más daños personales. La ministra del Interior, Michèle Alliot–Marie, regresó inmediatamente de Bruselas, donde participaba en una reunión de ministros del Interior, y acudió al lugar de los hechos y condenó “con la mayor firmeza este acto cobarde y odioso”.
El alcalde de la capital francesa, Bertrand Delanoe, también acudió al bulevar Malesherbes. La prefectura confirmó que la sección antiterrorista de la fiscalía de París ha confiado la investigación a la sección antiterrorista de la Brigada Criminal. El prefecto de policía, Michel Gaudin, se ha dirigido al lugar junto al director de la policía judicial. La zona fue acordonada por fuerzas de la policía durante varias horas. Aparentemente no hay ninguna pista que permita atribuirle a este atentado alguna intención política. El bufete de Gouet-Jenselme se ocupa de casos civiles, conflictos con las compañías de seguros, divorcios y cuestiones inmobiliarias. Según el fiscal Marin, “los móviles del atentado son, por el momento, totalmente desconocidos”. Las radios y la televisión barajaron, durante un tiempo, todo tipo de posibilidades, incluida la pista corsa, debido a que en estos días se celebra en París el juicio contra el militante nacionalista Ivan Colonna, sospechoso de haber asesinado al prefecto Erignac. Pero ni un solo lazo, siquiera accidental, permitía mantener esta hipótesis. Tampoco parece que los autores del atentado se hubieran equivocado y su objetivo fuera la Fundación para la Memoria del Holocausto, pese a que tiene su sede en el mismo piso que el bufete Gouet-Jenselme. Según el fiscal, “en el momento de la explosión no había nadie en los locales de la Fundación, y de todos modos el paquete estaba dirigido al gabinete de abogados”.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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