Desde París

Veinticuatro horas antes de que concluyera la presidencia francesa de la Unión Europea (UE), París movilizó a la diplomacia eurocomunitaria para intentar interrumpir la escalada bélica en Gaza y establecer una tregua. El canciller francés, Bernard Kouchner, reunió ayer en la capital francesa a los ministros de relaciones exteriores de la UE con el objetivo declarado de obtener un alto el fuego inmediato y la consiguiente tregua humanitaria. Previamente, el jefe de la diplomacia francesa habló por teléfono con el ministro de Defensa Israelí, Ehud Barak, a quien le entregó una propuesta para un alto el fuego de 48 horas. Fuentes israelíes señalaron que el ofrecimiento francés estaba siendo analizado. Casi a medianoche la cancillería francesa emitió un comunicado con el resultado de la reunión de los cancilleres de la Unión Europea. Estos reclaman un “alto el fuego inmediato y permanente” entre Israel y Hamas en Gaza a fin de permitir “una acción humanitaria inmediata” para la población de Gaza. La UE también pidió la reapertura de los puntos de paso entre Gaza y Egipto y entre Gaza e Israel al tiempo que anunció que enviaría “próximamente” una delegación ministerial a Medio Oriente.

La declaración de París agrega que la Unión Europea está “más determinada que nunca a aportar, junto a los otros miembros del Cuarteto para Medio Oriente (Naciones Unidas, UE, Rusia y Estados Unidos) y los Estados de la región, su contribución para el fin de la violencia y la reactivación del proceso de paz”. El comunicado de los europeos está dirigido a ambas partes puesto que interpela a Hamas para que “cesen sin condiciones” los misiles que Hamas lanza contra Israel y al Estado hebreo para que su acción militar en Gaza “concluya”. El texto de la UE coincide en sus grandes líneas con el comunicado del Cuarteto para Medio Oriente emitido vía ONU.

Al cabo de una ronda de conversaciones telefónicas multilaterales, los responsables pidieron un “inmediato alto el fuego en Gaza y el Sur de Israel”. Pero lo esencial se jugó durante el día en París, en lo concreto a través de las propuestas de una tregua transmitida por Bernard Kouchner a Israel. La tregua tiene por objetivo central romper el cerco que oprime a la Franja de Gaza y al más de un millón de palestinos que viven dentro. La población no tiene ninguna posibilidad de salir hacia Israel ni hacia Egipto a través del Terminal de Rafah. El margen de maniobra de los europeos es tanto más estrecho cuanto que, hasta ahora, la diplomacia europea nunca ha conseguido cambiar el rumbo de los acontecimientos en Medio Oriente. Moshe Ronen, portavoz del ministro israelí de Defensa, señaló ayer que Ehud Barak era “favorable” a la instauración de una tregua de 48 horas, pero sin que ello implique que Israel congele el despliegue de sus fuerzas en torno de la Franja de Gaza. Ronen agregó que la perspectiva de una tregua “no impediría que Israel preparara una ofensiva terrestre”.

Aunque la respuesta israelí al pedido de una tregua de 48 horas transmitido por Kouchner aún no llegó, este tema será la primera página de la agenda que la ministra israelí de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, abordará mañana durante su estadía en París. Livni se reunirá el 1º de enero con el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Los europeos trabajan de hecho en torno de tres puntos fundamentales: en primer lugar, un alto el fuego; el segundo, la apertura de los pasos fronterizos –Israel-Egipto– entre Gaza y el mundo exterior; en tercer lugar, la reanudación de la ayuda humanitaria a los palestinos. Europa considera que la reapertura de los puntos fronterizos “es un asunto vital”. Para ello, la UE está dispuesta a reactivar la misión de observación en la Terminal de Rafah que operó hasta junio de 2007, es decir, hasta el momento en que el grupo fundamentalista Hamas tomó el control de la franja de Gaza luego de un enfrentamiento armado con los hombres del Fatah, el movimiento palestino al que pertenece el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. Los europeos son los primeros donantes de fondos de la Autoridad Palestina, pero no mantienen ningún contacto con Hamas a la que consideran como una organización terrorista.