Después de una semana de duras negociaciones, la OEA anunció ayer la comisión de cancilleres que viajará el próximo martes a Honduras para presionar a la dictadura. El ministro argentino Jorge Taiana será uno de los que participará, junto con sus pares de Canadá, Costa Rica, Jamaica, México y República Dominicana, este último un aliado de Zelaya del Alba. “Visitarán Honduras con el fin de promover el restablecimiento del orden democrático en esa nación centroamericana”, informó en un breve comunicado la organización hemisférica. Su misión en concreto es conseguir que el régimen de facto acepte la propuesta presentada hace más de dos semanas en Costa Rica y que incluye la vuelta del presidente constitucional Manuel Zelaya, una amnistía general y el adelantamiento de las elecciones.

No bien se conoció la composición de la nueva misión de la OEA, el presidente de facto hondureño Roberto Micheletti se apuró a marcarle los puntos. “No vendrán aquí a dar órdenes”, sentenció el líder que asumió el poder del país centroamericano después que los militares expulsaron del país a Zelaya el 28 de junio pasado. “Vendrán a escuchar qué es lo que está pasando, qué pasó antes y que pasó el 28, para que lleven una explicación posiblemente a la OEA y, más que a esa organización, a don Oscar Arias, que es el mediador de este conflicto”, agregó Micheletti.

Una semana después del golpe de Estado, la OEA había mandado una primera misión, liderada por su secretario general, José Miguel Insulza. El diplomático chileno estuvo un día y no quiso hablar con el gobierno de facto, al que el pleno de la OEA no había reconocido como legítimo. Sin embargo, un mes después, las cosas cambiaron y el tiempo juega en contra de la comunidad internacional y el presidente Zelaya. La OEA no adelantó si Insulza, que también participará de la misión con los cancilleres, se reunirá con el gobierno de facto.

Anoche el informe de la misión de la vicecanciller de facto Martha Lorena Alvarado no incluía al presidente Micheletti. “Son países que tendrán una visión directa de la situación hondureña, que van a poder desplegarse a dialogar con los magistrados, los diputados, las iglesias, la ciudadanía, para tener ya un filtro mucho más equitativo y objetivo”, aseguró en una conferencia de prensa.

Más allá de las reuniones oficiales, los cancilleres llegarán justo para el cierre de las dos marchas nacionales que vienen preparando las organizaciones sociales y los sindicatos de todo el país que reclaman la vuelta de Zelaya.

“Sabemos que el país vive una situación preocupante y muy difícil, pero se va a resolver en la medida en que se incremente la presión internacional”, aseguró Marco Antonio Velázquez, viceministro de Obras Públicas del gobierno de Zelaya, mientras participaba junto a otras dos mil personas en una sentada en la capital.