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Hugo Chávez sigue adquiriendo protagonismo en las elecciones colombianas. Ayer afirmó que no importaba si quien resultaba electo en los comicios era de derecha, siempre y cuando mantuviera una relación respetuosa con Venezuela. “Qué importa que sea de la derecha: uno no puede estar esperando que todos los gobiernos sean de izquierda”, sorprendió con su declaración Chávez desde su programa dominical de televisión Aló Presidente. Acto seguido, recordó las buenas relaciones que tiene con el premier italiano, Silvio Berlusconi, quien se sitúa a la derecha del espectro político.

“El interés nacional obliga a tener las mejores relaciones con cualquier gobierno, siempre y cuando haya respeto”, concedió Chávez. El líder bolivariano, de todas formas, hizo saber sus deseos de que un gobierno llegue al poder diferente del de Alvaro Uribe. “Que se dé un gobierno serio, que eche de lado las mafias, que respete a los países vecinos y que no sea un instrumento del imperio yanqui”, les pidió a los ciudadanos colombianos.

“Dios ilumine al pueblo de Colombia para que busque el camino de la paz, la hermandad verdadera, y no la guerra y la agresión contra otros pueblos; la paz y la integración con América del Sur, esta nueva América”, dijo al comenzar la emisión de su programa. “Ojalá que podamos hacer de nuevo las mejores relaciones con Colombia, pero eso dependerá de ellos, que nos respeten”, dejó en claro.

Venezuela congeló sus relaciones con Colombia en julio de 2009 debido a un acuerdo militar entre Bogotá y Washington que permite a Estados Unidos el uso controlado de siete bases militares. En consecuencia, el comercio bilateral cayó 70 por ciento en el primer trimestre de 2010. El mandatario venezolano había afirmado días atrás que sería difícil normalizar las interrumpidas relaciones con Colombia si quien se imponía era el candidato oficialista Juan Manuel Santos, quien se llevó ayer el mayor caudal de votos para enfrentar la segunda vuelta con Antanas Mockus, del partido Verde.

Es más, Chávez había amenazado con cerrar totalmente el comercio si el candidato de la U ganaba, ya que lo calificó como “mafioso” y como una “amenaza para la región”. En esa ocasión, también se había referido al ex ministro de Defensa como un “señor de la guerra” por haber dirigido en marzo de 2008 el ataque contra el campamento ecuatoriano donde se encontraba Raúl Reyes, el número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En ese momento, tropas venezolanas se habían movilizado hasta la frontera con Colombia para impedir una incursión en su territorio.