Al menos 1373 niños murieron en México en los últimos cinco años, la mayoría por disparos de armas de fuego, víctimas de la irrefrenable ola de violencia provocada por la criminalidad que estremece al país, informó ayer una organización no gubernamental (ONG). El informe advirtió que en los últimos dos años las muertes de niños aumentaron un 30 por ciento, mientras de enero a octubre del año pasado fueron 161 los decesos, y en lo que va de 2011 son 209 los menores de 17 años que perdieron la vida. La mayoría de las víctimas menores de edad en este período murieron por disparos de armas de fuego, según el último reporte de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).

El estado norteño de Chihuahua es el que más altas cifras de muertes de niños acumula, 54 en lo que va del año, seguido del estado sureño de Guerrero, costas del Pacífico, con 36. Sólo cuatro provincias del país –Aguascalientes, el Distrito Federal, Oaxaca y Tamaulipas– no registran hasta hoy muertes de menores de edad por la dramática escalada de violencia. La ONG urgió al Estado mexicano a frenar esos asesinatos y las omisiones institucionales para garantizar el derecho a la vida, mediante el cumplimiento de las recomendaciones que emitió el Comité sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.