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El Pentágono dijo ayer que un análisis de inteligencia ha concluido que todas las apariciones televisadas del presidente iraquí Saddam Hussein desde que comenzó la guerra fueron filmadas antes del 19 de marzo; es decir, serían anteriores a la guerra. Interrogado sobre el tema, un portavoz de la CIA declaró que “pensamos que es muy probable, pero aún no hemos llegado a esa conclusión”. Es decir, que se trata de una hipótesis del Pentágono. Esto plantea un complejo abanico de posibilidades. Una, lo que EE.UU. deseó en un comienzo: que Saddam hubiera sido muerto o herido en los primeros ataques. Otra, que Saddam no esté muerto ni herido pero sí muy guardado. Una tercera es que las versiones difundidas ayer sean nada más que un modo del Pentágono de provocar a Saddam a que salga de sus escondites para probar que está vivo y así facilite la tarea que las fuerzas especiales que ya habrían empezado a buscarlo en Bagdad. El lunes, fue un vocero de Saddam el que salió por TV en su nombre a llamar a una guerra santa, lo que fue juzgado “interesante” por Donald Rumsfeld, jefe del Pentágono.