EL MUNDO › VERSIONES DE TODO TIPO EN UNA JORNADA CONFUSA
La única verdad fue la muerte
Por Angeles Espinosa *
Desde Bagdad
“No están ni siquiera a 150 kilómetros de aquí”, afirma contundente Mohamed Said al Sahaf, “no están en ninguna parte; están en movimiento, como una serpiente en el desierto. Si ni siquiera controlan Um Qasr”. Escuchando al ministro iraquí de Información, antes del último anuncio de una toma del aeropuerto (ver nota principal) se tenía la impresión de que hablaba de una guerra distinta a la que presentan los responsables estadounidenses y británicos. ¿Quién mantía Difícil de saber desde Bagdad, donde lo único seguro eran los bombardeos cada día más frecuentes. Poco antes de las ocho de la noche, hora local, Bagdad se quedó totalmente a oscuras. Lo único que tenía luz eran las farolas situadas junto al Palacio de la República y algunos edificios con generador propio. Al Sahaf informó que hubo 27 muertos y 193 heridos, “todos civiles”, en los bombardeos de ayer por la mañana en los barrios residenciales de Dura y Al Mahmudiya. Según la CNN, los marines norteamericanos mataron a tres civiles en un puesto de control al sur de Bagdad.
El ministro iraquí había negado con firmeza al principio del día que los norteamericanos hayan tomado el aeropuerto internacional Saddam Hussein y sugirió que los periodistas fueran a verlo. Y salió un único autobús autorizado hacia la zona. “Los pasajeros han sido reemplazados por soldados y milicianos del partido Baaz, pero todo parecía tranquilo”, dijo Eftyhia Pentazaki del canal griego Star. “Incluso nos han subido a un puente desde el que se divisaba toda el área del aeropuerto. No había ni soldados estadounidenses a la vista, ni rastro de los supuestos combates”, resumió. Pero eso fue ante los primeros rumores de toma del aeropuerto. Al Sahaf había admitido que se están librando “batallas feroces entre algunas unidades de la heroica Guardia Republicana y los mercenarios estadounidenses y británicos al sur de Kut”, a 172 kilómetros al sureste de Bagdad. Aseguró, no obstante, que han derrotado a los invasores y les han obligado a retirarse hacia Sadat al Hindiya, al sur de Al Hillá, “donde la batalla continúa”. Una carta del presidente Saddam Hussein a la población de Kut para que resistiera es la única pista sobre las dificultades. Hace dos días, el líder iraquí envió un mensaje similar a los habitantes de Nasiriya, una de las ciudades más castigadas hasta ahora. “El presidente está tranquilo y confía en derrotar a las fuerzas de la coalición”, comentó a los periodistas Mohamed Mehdi Saleh, el ministro de Comercio. Saleh es una de las pocas personas que, según las imágenes de la televisión, ha estado con Saddam Hussein en las últimas 24 horas y a quien han tenido acceso los periodistas.
No hay parte de bajas del lado iraquí. “Defender nuestra tierra es nuestra obligación”, justificó Al Sahaf para obviar ese dato. El ministro pormenorizó sin embargo las pérdidas del enemigo, en especial al hacer el recuento en árabe. Un cazabombardero F-18 al sur de Kerbala, un helicóptero de ataque Apache y otro de transporte Chinook, en sus proximidades, un avión sin piloto cerca de Samarra, etc. Sabe que rara vez sus cifras de soldados estadounidenses muertos en combate no son confirmadas por la otra parte. Ve la CNN, algo vedado a los iraquíes de a pie e incluso a los periodistas.
“Sólo reconocen 49 bajas”, dijo en árabe, pero no en inglés, “eso fue sólo en los dos o tres primeros días de combate; no vamos a decir cuántas llevan para que les presionen las familias de sus soldados”. Con el mismo tono de desafío desmiente que haya cundido el caos en Nasiriya. “No saben lo que pasa en Kuwait donde les atacan en sus propios barracones, cómo van a saber lo que ocurre en Nasiriya –manifestó–, es parte de la guerra psicológica.” “El único robo que se ha producido en esa zona es el que han llevado a cabo esos mercenarios en un almacén del Ministerio de Comercio”,anunció.
“Nosotros, las fuerzas de la coalición, hemos irrumpido en el almacén número 10 y nos hemos llevado 75 cajas de leche infantil y 30 cajas de leche entera”, se lee en la fotocopia de un escrito en árabe que presenta como prueba del paso de las fuerzas invasoras. El texto está firmado el 31 de marzo de 2003 por un tal SP Sah, mgnwnc (sic). “Tal vez tengan carencia de leche para los soldados porque esa pequeña cantidad, 1.170 kilos, resulta insuficiente para los 1,5 millones de habitantes de Nasiriya”, comenta con sorna Saleh.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.