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El fundador de Wikileaks, Julian Assange, refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, intervino ayer por teléfono en una reunión del ex candidato a la presidencia francesa por la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon. “Francia fue un país importante para Wikileaks”, declaró Assange en su intervención en inglés. “Una parte de la prensa francesa estuvo a nuestro lado”, agregó. La comunicación se interrumpió varias veces y Assange, que mencionó “cortes de corriente” en la embajada, no pudo terminar su declaración. Pudo referirse sin embargo a la reunión de los cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se estaba llevando a cabo ayer para discutir si respalda a Ecuador en el caso Assange.

El fundador de Wikileaks saludó este nuevo impulso “en el espíritu de independencia en América latina” y el “gran momento de solidaridad”.

Assange fue contactado por los organizadores de esta reunión del Partido de Izquierda que tiene lugar cerca de Grenoble, Francia. Jean-Luc Mélenchon pidió “que el gobierno de izquierda en Francia apoye al gobierno de izquierda en Ecuador y que Julian Assange pueda ir a Ecuador en asilo político”.

“Al gobierno inglés le decimos: ¡Ustedes liberaron al ex dictador chileno Augusto Pinochet y lo dejaron irse en 2000, ahora pueden dejar salir a Julian Assange!”, añadió Mélanchon. El 22 de agosto pasado, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, señaló en su cuenta de Twitter que ese día había recibido “una llamada telefónica de Jean-Luc Mélenchon, líder del Partido de Izquierda francés, quien respalda el asilo otorgado a Julian Assange”.

Acusado de violación y agresión sexual en Suecia, el fundador de Wikileaks nacido en Australia se refugió en la embajada ecuatoriana en Londres hace dos meses para evitar que Gran Bretaña lo extradite a Estocolmo. Assange teme que Suecia lo extradite a Estados Unidos, donde es investigado por espionaje por publicar cientos de miles de documentos sobre las guerras de Irak y Afganistán y cables confidenciales del Departamento de Estado, por lo que sostiene que podría ser condenado a cadena perpetua o a la pena de muerte. El 16 de agosto, Ecuador concedió a Assange asilo diplomático en su embajada en Londres. Los funcionarios de la embajada dicen que su estado de ánimo no ha cambiado y se han sorprendido un poco por su forma de ser “fría”, tan distinta de la de los latinos.