EL MUNDO
Todos contra la guerrilla
El presidente colombiano de línea dura, Alvaro Uribe, abrió la puerta a la ayuda militar internacional en el conflicto de su país. Dijo que la mediación de la ONU constituye la “última oportunidad” para la paz y que, si es rechazada por la guerrilla, ésta deberá ser “derrotada militarmente” con “apoyo internacional”. Sus palabras hicieron eco en la Cumbre de Río celebrada ayer en Cuzco, Perú. El mandatario ecuatoriano, Lucio Gutiérrez, fue el propulsor sobre una mediación de la ONU y de una salida militar si los rebeldes de las FARC no acordasen un cese de fuego. Gutiérrez y su par boliviano, Gonzalo Sánchez de Lozada, denunciaron la presencia de las FARC en sus territorios.