EL MUNDO
El otro caso de las armas
Tony Blair fue el segundo premier en la historia británica en tener que declarar públicamente en una investigación judicial. El primero fue el líder conservador John Major, en 1994, e irónicamente su comparecencia también tuvo que ver con Irak. Concretamente, con la venta secreta de armas al régimen de Saddam Hussein. Major compareció en enero de 1994 ante la llamada comisión Scott, establecida por él mismo meses atrás para investigar la venta de armas a Irak. El escándalo estalló en 1993 al descubrirse que el gobierno británico había modificado secretamente, en diciembre de 1988, sus propias reglas sobre exportación de armas y, sin notificarlo ante el Parlamento, había proporcionado material bélico a Saddam. Major fue secretario del Tesoro hasta julio de 1989 y ministro de Exteriores, desde esa fecha. En ambos casos tenía que haber sido informado de que Irak recibía armas británicas. En su declaración ante el juez Scott, Major afirmó no saber nada del asunto e, implícitamente, admitió que sus subordinados le habían ocultado información.