Rusia admitió que la repercusión económica por las nuevas sanciones, que los países occidentales estudian introducir en su contra por la crisis en Ucrania, sería negativa. “Por supuesto, el crecimiento económico sería negativo”, dijo el ministro ruso de Economía, Alexei Uliukayev, al canal de televisión ruso Rossiya. “Más aún serían negativas las inversiones en la economía, se cortarían los ingresos, las reservas del Estado, así como crecería el nivel de la inflación”, agregó. Sin embargo, “en general, no se trata de un desarrollo dramático de la situación”, buscó minimizar Uliukayev. Anteriormente, el gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió de que está preparado para imponer sanciones adicionales a varios sectores de la economía rusa a raíz del conflicto armado en el sudeste de Ucrania, detrás del cual las potencias occidentales ven la mano rusa. Washington señaló que si bien Estados Unidos cree que todavía es posible una solución diplomática, Rusia se enfrentará a “costos adicionales” si no toma “acciones concretas” para contribuir a disminuir la tensión en la zona. La Casa Blanca prohibió la entrada en su territorio y congeló los activos de casi una veintena de altos cargos políticos de Rusia y la anexada Crimea y también a varios empresarios que forman parte del círculo íntimo del presidente Vladimir Putin.