El atentado en París trajo consigo una ola de paranoia, que se vio reflejada en la preocupación que ayer generó la aparición de paquetes sospechosos en Montevideo y Madrid. En ambas ciudades, se trató simplemente de falsas alarmas, pero fueron síntoma de la sensibilidad que generó en la población el atentado. Por el lado de la capital española, ayer al mediodía fueron interrumpidas varias líneas de subterráneo y tren a raíz de la existencia de un paquete sospechoso. Se trató de una caja de zapatos en la que se podía leer “Storm”, que fue dejada en la zona de trasbordo Nuevos Ministerios (estación que conecta la ciudad con el aeropuerto). El personal de seguridad verificó que, efectivamente, había un par de zapatos en el interior de la caja. Respecto de Uruguay, un elemento sospechoso encontrado ayer a la mañana sobre la rambla de la capital uruguaya fue el hecho que causó revuelo entre los montevideanos. El artefacto fue localizado a escasos 100 metros de la Embajada de Israel en el país oriental. Según el Ministerio de Interior era un explosivo, pero el aparato no tenía potencia como para causar daño.