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El gobierno de Perú afirmó ayer la desarticulación de una columna perteneciente a Sendero Luminoso que operaba en la región de Cuzco. El anunció tuvo lugar tras la captura de dos líderes de la guerrilla peruana el fin de semana, además de la incautación de armamento. Luego de una operación de inteligencia, las Fuerzas Armadas apresaron a Dionisio Ramos (alias camarada Yuri), considerado un jefe militar, y a Alexander Alarcón Soto (alias camarada Renán, foto), a quienes las autoridades responsabilizan de haber asesinado a policías y militares en el valle de La Convención, Cuzco, además de derribar un helicóptero y atacar una comisaría. Las aprehensiones tienen lugar días después de que tropas peruanas liberaran a 54 personas, entre ellas 34 niños –la mayoría de la etnia amazónica Ashaninka– que se encontraban cautivos de Sendero para ser reclutados para sus propósitos bélicos. Las mujeres adultas secuestradas eran violadas para “engendrar soldados” senderistas. El viceministro de Defensa, Iván Vega, aclaró que ambos capturados no eran desertores, como informaron algunos medios de prensa locales, puesto que, según detalló, a Renán se le encontró armamentos y un depósito de explosivos cerca del gasoducto que transporta el gas de Camisea, importante reserva latinoamericana usada para exportación y para abastecer a la capital, Lima.

“Con esto, la guerrilla del frente sur de Sendero Luminoso en La Convención queda desarticulada. Un eje energético y turístico queda a buen recaudo. Aunque no descartamos que envíen otra columna para hacerse cargo de la zona, pero estaremos atentos”, agregó. Renán y Yuri fueron presentados ayer en Lima. Una parte de La Convención se ubica en el peligroso VRAEM (acrónimo del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro), franja de selva que corre entre un bloque montañoso que une las regiones de Huancayo, Ayacucho, Apurímac y Cuzco, donde tiene presencia el narcotráfico por el cultivo de cocales y que es utilizado como refugio de la guerrilla desde hace más de tres décadas.

Perú es uno de los mayores productores mundiales de coca y cocaína. Según las autoridades, la guerrilla actúa como guardaespaldas del narcotráfico. Aunque la mayoría de sus líderes está preso, Sendero Luminoso sigue causando zozobra en el Vraem. El gobierno admite que la guerrilla no está exterminada, que cuenta actualmente con unos 350 integrantes, de los cuáles 80 están armados, bajo el mando de los camaradas y hermanos José y “Raúl” Quispe Palomino. Las fuerzas armadas aseguran además que Sendero no ofrece combate directo sino que disparan y huyen en lo que son más que todo acciones de hostigamiento, y que usan a niños como escudos humanos para evitar ser atacados.

En 2012, bajo el mando de Alejandro Borda (alias camarada Alipio) y de Martín Quispe Palomino (alias camarada Gabriel), remanentes de la guerrilla retuvieron a trabajadores contratistas del gasoducto Camisea y derribaron un helicóptero, causando la muerte de policías y militares. “En 2013 Alipio y Gabriel son abatidos por las fuerzas armadas y el remanente quedó en manos de Renán y Yuri”, explicó Vega. Las tropas peruanas se enfrentaron luego a la columna de Renán y Yuri en 2014, donde murieron tres presuntos guerrilleros. En aquella ocasión, recuerda Vega, Renán huyó con una bala en la espalda.

Para el ex jefe del Comando Conjunto de las fuerzas armadas, Jorge Montoya, la captura de Renán representa un golpe fuerte contra Sendero, por dos motivos: porque es un mando intermedio de la organización, la cual se está reorganizando, y segundo, porque lo han capturado vivo y le pueden sacar información, señaló citado por la agencia estatal Andina. Sendero, de origen maoísta, fue responsabilizada de desatar una guerra interna en Perú, que entre 1980 y 2000 dejó 69.000 muertos, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación.