EL MUNDO
Nuevo convoy de la muerte
La resistencia iraquí prosiguió con sus ataques horas después de que tropas de Estados Unidos realizaran bombardeos al norte de Irak, cerca de Tikrit, tras el derribo anteayer en la zona de un helicóptero norteamericano, lo que costó la vida a sus seis ocupantes. Según portavoces estadounidenses, al menos dos soldados murieron al ser atacado esta mañana un convoy norteamericano en Faluja, al oeste de Bagdad, en la primera operación de los insurgentes tras un derribo, cuya respuesta por parte de las fuerzas de la coalición también ha incluido la nueva imposición del toque de queda. Las fuentes indicaron que esa medida había sido levantada en Tikrit –al norte de Bagdad y feudo de Saddam Hussein–, al inicio del Ramadan, mes santo en que los musulmanes están obligados al ayuno, pero que entró otra vez en vigor a las 23, hora local del viernes, después de que el helicóptero fuera abatido. Agregaron que las tropas estadounidenses lanzaron también una gran operación de seguridad en la ciudad, donde volaron dos viviendas abandonadas y un almacén donde localizaron una metralleta y armas ligeras. “Es muy probable que esos sitios hayan sido usados por la resistencia en sus ataques contra nuestras fuerzas”, subrayaron.