Desde Lima

Hay una gran inquietud ciudadana por el posible retorno del autoritarismo fujimorista, pero el establishment económico está tranquilo con el resultado electoral de hoy. Cualquiera sea el ganador, Keiko Fujimori o Pedro Pablo Kuczynski, la continuidad del modelo neoliberal y de los intereses y privilegios empresariales,están garantizados. En eso, ambos candidatos están del mismo lado.En su relación económica con el mundo, coinciden en su apuesta por los tratados de libre comercio yen privilegiar, a nivel regional, a la Alianza del Pacífico (Perú, Chile, Colombia y México), acuerdo comercial de orientación neoliberal y cercano con Estados Unidos.

Las diferencias económicas entre los dos candidatos son de detalles, estrategias, de un mayor o menor énfasis en uno u otro tema, pero en lo sustancial caminan juntos por el mismo sendero neoliberal. Interesados en el voto de los sectores populares, ambos aseguran que mantendrán los programas sociales del actual gobierno, pero anuncian que los revisarán.

“En el Perú el Consenso de Washington sigue vivo, a diferencia de otros países de la región que han adoptado otras políticas distintas al neoliberalismo, o de Chile y Colombia que han sido más pragmáticos. Kuczynski y Keiko Fujimori garantizan la continuidad de ese modelo económico. Tienen algunas diferencias, pero comparten la misma matriz económica neoliberal”, le declaró a Página/12 el economista Humberto Campodónico, catedrático de la Universidad de San Marcos y columnista del diario La República.

El próximo gobierno recibirá un país con una economía que se ha desacelerado, pero que sigue creciendo por encima del promedio regional. En 2015, creció 3,2 por ciento. Años anteriores lo había hecho por encima del 5 por ciento. La pobreza a nivel nacional es de 21,8 por ciento, pero en las zonas rurales se eleva a 45,2 por ciento. El 75 por ciento de la economía es informal, con trabajadores mal pagados y sin derechos laborales.

Para reimpulsar una economía desacelerada, el programa de PPK, como se le conoce a Kuczynski y que es también el nombre de su partido, propone devolver a las empresas el cien por ciento de impuestos a cambio de que reinviertan ese dinero y reducir el impuesto a la renta. También planteabajar el Impuesto General a las Ventas (IGV), equivalente al IVA, de 18 a 15 por ciento.

“Con estos beneficios tributariosa las empresas habrá más inversión privada y con la reducción del IGV aumentará la capacidad de consumo de la gente porque pagará menos impuestos por lo que consume y los precios bajarán”, dice Alfredo Thorne, jefe del Plan de Gobierno de PPK.

“Reducir el impuesto a la renta de las empresas como propone PPK solamente beneficiará a las grandes empresas y no aumentará la inversión privada. Esta medida y la rebaja del IGVson irresponsables porque reducirán los ingresos del Estado y aumentarán el déficit fiscal. En esto hay una diferencia sustancial entre ellos y nosotros”, le respondió Elmer Cuba, economista del fujimorismo, a este diario,al ser consultado sobre las propuestas económicas de sus oponentes. El fujimorismo acusa a PPK de estar al lado de las grandes empresas, algo que no está lejos dela realidad, pero cuando ellos fueron gobierno en los años 90 les dieron a las grandes empresas generosos beneficios.

“El plan de PPK se basa en un enfoque que dice que si hay mayores ingresos en el bolsillo de los empresarios entonces invertirán más. Es un enfoque reaganiano de la economía que no ha funcionado en el mundo. Este gobierno ya bajó los impuestos a las empresas y no ha aumentado la inversión. Y la reducción del IGV no asegura que los precios bajen y la gente pueda consumir más, porque nada garantiza que esa rebaja de impuestos se traslade a una reducción de precios en beneficio del consumidor y no se quede en las empresas”, dice Campodónico.

Thorne y Cuba, cabezas de los programas económicos de los dos candidatos presidenciales y voceados como probables ministros de Economía, reniegan por igual de lo que llaman “el Estado empresario”. “No creemos que el Estado deba involucrarse en actividades empresariales, debe concentrarse en temas como reducir la pobreza, invertir en educación, salud y acceso a servicios básicos como agua potable”, dice Thorne. Cuba tiene un mensaje en la misma línea: “vamos a tener un Estado más presente en educación y salud, pero no un Estado más grande ni un Estado empresario”.

Pero el fujimorismo le da un mayor rol al Estado en la reactivación económica. Campodónico señala que en ese sentido el fujimorismo es “más pragmático” que el ortodoxo liberalismo de PPK. “En lo declarativo el programa fujimorista considera una mayor participación del Estado en la actividad económica. Pero el programa económico del fujimorismo es muy vago”, apunta el economista.

Cuba indica que el plan fujimoristacontempla una inyección de inversión pública para reactivar la economía. Señala que aumentarán el gasto público utilizando en el primer año de gobierno 2 mil millones de dólares de un fondo de reserva y recurriendo al endeudamiento externo. Thorne critica el peso que el fujimorismo le da a la inversión pública. “Eso generará déficit fiscal. No se deben usar los recursos de ese fondo de emergencia. Nosotros promoveremos la inversión privada en las obras públicas”, replica el vocero económico de PPK.

La economía peruana es altamente dependiente de la minería, que representa alrededor de la mitad de las exportaciones del país, y la caída de los precios internacionales de los minerales la ha golpeado y ha afectado su crecimiento. Pero ni Kuczynski ni Keiko tienen un plan para diversificar la economíay comenzar a romper esa dependencia.

“Ninguno de los dos candidatos tiene una compresión clara del difícil momento de la economía mundial. Que,frente a la caída de los precios internacionales de las materias primas, ninguno de los dos ponga el suficiente énfasis en una diversificación productiva para tener una economía menos dependiente de esos precios internacionales, más orientada a productos con valor agregado, a generar nuevos motores de la economía, como recomiendan organismos como el Banco Mundial, el BID, la OCDE y otros, es un gran problema”, advierte el economista Campodónico.

Ambos candidatos se han comprometido a defender los derechos laborales. El fujimorismo, sin embargo, tiene en su historia la liquidación de esos derechos durante el régimen autoritario de Alberto Fujimori. Y Kuczynski, quien ha sido ministro de Economía, no se ha caracterizado por su apego a los derechos laborales. Sin embargo, en esta campaña PPK se ha reunido con los principales sindicatos del país, con quienes se ha comprometido a respetar los derechos laborales.

“Teniendo ambos candidatos propuestas económicas muy similares, que se ubican en el mismo modelo neoliberal, en esta elección las consideraciones políticas sobre el autoritarismo fujimorista están por encima de las consideraciones económicas”, finaliza Humberto Campodónico.