El Congreso español tiene 350 diputados. En las elecciones del 26 de junio, el conservador Partido Popular (PP) se quedó lejos de la mayoría absoluta para poder gobernar, ya que obtuvo 137 diputados, por lo que necesita el apoyo de 39 diputados para poder ser investido presidente. Pese a que los liberales Ciudadanos ya le han otorgado el “sí” de sus 32 diputados, este no es suficiente porque de momento son más las fuerzas que votarán en contra. Rajoy necesitaría, por lo tanto, el apoyo o la abstención del Partido Socialista (PSOE) o de varios de sus miembros, o bien de la mayoría de los partidos minoritarios de corte nacionalista. La Constitución española marca que, desde el día de la primera votación del candidato, el calendario empieza a correr y hay dos meses para conseguir formar Gobierno. Durante este tiempo pueden celebrarse tantos debates de investidura como sean necesarios y con candidatos diferentes, por lo que otra formación política podría comunicarle al rey Felipe VI sus intenciones de formar Gobierno. Si tras estos dos meses ningún candidato obtiene la confianza del Congreso “el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones”, apunta el texto constitucional.