El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, invitó al ex mandatario Alvaro Uribe a reunirse ayer en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, para destrabar el proceso de paz con las FARC, pero su antecesor en el cargo rechazó ese encuentro privado y dijo que sólo acudirá a reuniones en las que estén otros voceros del No, que se impuso ajustadamente en el plebiscito del 2 de octubre. A través de Darío Arizmendi director de un programa radial, el jefe de Estado manifestó que a partir de las 15 horas, estaría dispuesto a recibir a Uribe, principal vocero de la oposición a la firma del acuerdo de paz con la guerrilla. “Yo lo invito a él solo. Estoy listo para dialogar. Se trata de darnos la mano y avanzar hacia el futuro”, le indicó el presidente a Arizmendi sobre el posible encuentro con su antecesor. Pero el partido de Uribe fue tajante: “El Centro Democrático acudirá solamente a reuniones en las que estén otros voceros del No”, señaló cerrando de cuajo el eventual encuentro entre Santos y su antecesor para seguir debatiendo las preocupaciones y reparos que han expresado diferentes voces que votaron por el No. El ministro del interior, Juan Fernando Cristo, anunció que Santos decidió no abrir la fase pública de negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional, previsto para ayer en Quito, hasta que la guerrilla libere al ex congresista Odín Sánchez Montes de Oca, secuestrado hace seis meses.