EL MUNDO
Desbande de milicias, no las de Sadr
El primer ministro designado del gobierno interino que asumirá el próximo 30 de junio en Irak, Iyad Allawi, anunció ayer que acordó para el 2005 el desarme de las milicias de nueve grupos políticos, entre las que no mencionó al Ejército de Mehdi, del clérigo radical chiíta Al Sadr, ni a la guerrilla que opera en el “triángulo sunnita” con epicentro en la ciudad de Fallujah. “Como resultado de este pacto, 100.000 hombres armados volverán a la vida civil o se incorporarán a las fuerzas de seguridad iraquíes”, en un proceso que culminará a comienzos del año próximo, aseveró Allawi. “Estoy feliz de anunciar hoy la finalización coronada con éxito de las negociaciones para la transición y el reintegro de las milicias y de otras fuerzas armadas anteriormente fuera de control del Estado”, expresó Allawi. Los miembros de esas formaciones irregulares, según explicó, podrán volver a la vida civil, incorporarse a las fuerzas del ejército y la policía iraquí o, en el caso de los kurdos, a “los servicios de seguridad del gobierno” regional de Kurdistán. La Constitución interina de Irak, aprobada en marzo pasado, ilegalizó a las milicias, parte de las cuales, como en el caso de las kurdas, cooperaron con Estados Unidos en la guerra del 2003 que derrocó al régimen de Saddam Hussein. Por otra parte, ayer diecisiete civiles resultaron heridos en enfrentamientos protagonizados por soldados estadounidenses y hombres armados en Mosul. Tres personas murieron al explotar un depósito de armas en Kufa, mientras que otras tres perecieron en ataques en la ciudad petrolera de Kirkuk.