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El presidente Néstor Kirchner partió ayer a Roma para participar de la asunción de Benedicto XVI. La visita durará dos días. El Presidente estará acompañado por una nutrida delegación, una de las más numerosas desde que comenzó su gestión. Junto a Kirchner, partieron su esposa, Cristina Fernández; el canciller Rafael Bielsa; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el ex presidente Raúl Alfonsín, cuya invitación fue pensada especialmente para darle un aire más institucional a la comitiva. También viajaron los gobernadores Felipe Solá (Buenos Aires) y José Luis Gioja (San Juan); el secretario de Culto, Guillermo Olivieri; los jefes de bloques legislativos, Miguel Pichetto y José María Díaz Bancalari; el diputado Jorge Argüello, y los intendentes Gustavo Posse (San Isidro, UCR) y Julio Pereyra (Florencio Varela, PJ). La dimensión de la comitiva está destinada, sobre todo, a realizar un gesto de distensión con el Vaticano tras el caso Baseotto.