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La jornada transcurrió con absoluta tranquilidad. A diferencia de Argentina, las elecciones se celebran tradicionalmente los jueves, en un día laborable, y los centros de votación permanecen abiertos desde las 7 de la mañana hasta las 22 de la noche para que los británicos puedan votar antes o después del trabajo. Los centros de votación suelen ser escuelas, garajes en desuso y hasta pubs que agilizan el paso del voto al brindis. Ni siquiera las dos explosiones frente al Consulado británico en Nueva York (ver abajo) perturbaron ayer la parsimonia de los británicos. Por la mañana, porque la mayoría no llegó a enterarse del hecho, que se dio a conocer cerca de las 9 hora local, cuando mucha gente había ya votado y estaba camino al trabajo. Para los que se apuraron por la noche para volver a su distrito electoral y depositar el voto el hecho ya era muy remoto y, en realidad, de escasas consecuencias.